El Barcelona retoma el pulso a la Champions sin ofrecer las mejores sensaciones. Los azulgrana rompieron su racha de tres empates, entre Liga y Copa del Rey, con un pírrico triunfo sobre el Valladolid (1-0).

Messi, con un discutido penalti cometido sobre Piqué y transformado al filo del descanso (min. 43), evita que el Real Madrid (tiene que jugar este mediodía frente al Girona, en el Bernabéu) siga recortando puntos, pero... El propio astro, que volvía a la titularidad, estuvo a tono con el equipo: espeso. El argentino no pudo poner fin al suspense de los instantes finales, porque vio como Masip le detenía una segunda pena máxima, con Coutinho esta vez como víctima. El guardameta blanquivioleta, criado en la cantera del Barcelona, fue el mejor de la noche, porque los locales, aun sin jugar nada bien, acumularon grandes ocasiones.

Valverde, que en la víspera había renovado como entrenador, mezcló titulares (Ter Stegen, Piqué, Jordi Alba, Bisquest o el propio Leo), con otros jugadores absolutamente secundarios (Vermalen, Aleñá o Boateng). La mezcla no salió satisfactoriamente, porque a los culés les faltó clarividencia. El Valladolid acarició la opción de llegar al descanso con el 0-0, pero el penalti lo impidió.

Al final, un triunfo más del encuentro en un mediocre encuentro, antes de que el Barcelona dispute, el martes en Lyón, la ida de los octavos de la Champions.