Lastrado por los seis minutos de penalización por dos sanciones y ya enfilando tierras bolivianas, Joan Barreda se subió ayer a la moto para continuar con su asalto al liderato. Y lo hizo a medias. A pesar del quinto puesto en la etapa y de concluir esta quinta jornada de competición del Rally Dakar a casi seis minutos del vencedor, el australiano Toby Price, el torreblanquino recortó distancias con su compañero de equipo y líder en la general, Paulo Gonçalves, y dejar en 2.27 minutos los 3.03 de desventaja con los que partía antes de tomar la línea de salida desde la localidad argentina de Jujui rumbo a Uyuni.

Y es que este quinto escalón hacia el triunfo final en Rosario estuvo marcado por las inclemencias meteorológicas, la altitud, pero, sobre todo, por la supremacía de las KTM. Tanto es así que pese a cruzar la meta a 5.57 minutos de Price, cuando en el CP2 estaba a tan solo 1.07 minutos, el de Honda lo hizo sobre la primera moto que terminó la etapa y no era una KTM.

No en vano tras Price, y a más de dos minutos de él, finalizaron la jornada Antonie Meo, el eslovaco Stefan Svitko, segundo en la general; y el austriaco Matthias Walkner, todos con KTM.

De hecho, el de Torreblanca es consciente que en esta edición del Dakar corre con el cartel de favorito colgado y también lo saben sus rivales. No en vano, hasta el líder de la general mira hacia Barreda reconociendo que “Joan no ha tenido suerte”, aunque no duda en adelantar “que durante la segunda semana, estos 5 ó 6 minutos no tendrán mucha importancia”, matiza.

Después del final de esta primera maratón, hoy los pilotos realizarán una especial por Bolivia de 542 kilómetros alrededor del Salar de Uyuni. Barreda intentará seguir recortando. H