Joan Barreda deberá esperar, al menos otro año, para ganar el Dakar. Y es que en el 2019 tampoco podrá levantar el trofeo debido a que tuvo que abandonar —por cuarta vez en nueve participaciones— en el transcurso de la tercera etapa, que se disputó ayer entre San Juan de Marcona y Arequipa, la más larga de esta primera semana con 798 kilómetros, de los que 331 fueron cronometrados.

La mala suerte se cebó de nuevo con el torreblanquino, que volvía a estar entre los favoritos a la victoria final. Esta vez se fue por un barranco y aunque no cayó al suelo y pudo aguantar encima de la moto, fue imposible volver a tomar el camino hacia la meta, quedando atrapado y sin ninguna opción de continuar en carrera, por lo que tuvo que ser evacuado en helicóptero.

Fue en el kilómetro 143 de la especial, entre el tercer y cuarto waypoint de la jornada, cuando Barreda sufrió este percance que supone un nuevo fiasco en su intento por conquistar este mítico raid, que se le resiste aunque ha demostrado en más de una ocasión que está capacitado para conseguirlo. El piloto de Honda se encontraba a apenas 300 metros de poder tomar el camino correcto, pero quedó detenido en ese punto cerca de una hora sin opción de volver a la carrera.

Una gran decepción / El torreblanquino se mostró «muy decepcionado» por este nuevo abandono y quedarse otra vez sin opciones de conquistar el Dakar en su novena participación. Ya tuvo que marcharse antes de hora el pasado año, pero en aquella ocasión fue por los problemas en la maltrecha muñeca. En esta ocasión tenía depositadas muchas esperanzas y ya lo había demostrado en las dos primeras etapas.

Barreda tomó la salida como líder provisional, tras haber ganado el prólogo y haber sido tercero el martes. Un resultado que provocaba que no tuviese que abrir pista, algo que es una ventaja y que le permitió llegar a liderar la etapa hasta poco antes de sufrir un percance que pudo evitar el austriaco Matthias Walkner, vigente campeón y que seguía la estela del piloto provincial, pero vio la trampa a tiempo y dio media vuelta antes de verse en la misma situación.

El de Torreblanca explicó lo que sucedió: «He intentado girar, dar la vuelta para salir, pero no había forma. Luego fui más abajo para buscar alguna alternativa, pero fue imposible». A continuación, añadió: «Es un día triste porque había salido muy bien, apretando. He cogido a los pilotos de delante, abriendo pista en las montañas, donde había mucha niebla y poca visibilidad».