Joan Barreda solo tiene en mente conquistar el Dakar. Y lo volverá a intentar a partir del próximo 6 de enero, que es cuando arranca la edición del 2018 en Lima. En los próximos días partirá hacia Sudamérica para cumplir un sueño, aunque como él mismo ha señalado en varias ocasiones no es de vital importancia para su carrera. «Está claro que mi intención es festejar un título del Dakar, porque sería el premio al trabajo de los últimos años, pero no me obsesiona. Mi intención era ser un piloto importante y ya lo he logrado», argumenta.

Pero tras lo sucedido en la pasada edición —una polémica sanción en la cuarta etapa, camino de Tupiza impidió que llegara victorioso a Buenos Aires— sus ganas han aumentado y vuelve a estar entre los favoritos a conquistar el mítico raid en la categoría de motos: «Hemos realizado un buen trabajo durante el año y ahora tenemos que plasmarlo durante la carrera. Estoy muy motivado y espero rendir a un gran nivel». Y para nada mira a lo acontencido hace un año, puesto que incluso ha retirado el recurso del TAS por la sanción del 2017 cuando esta lo había admitido a trámite: «He tomado esta decisión por el bien de mi carrera y ahora estoy centrado en hacerlo lo mejor posible».

Y en el 2018 vivirá su octava aventura en el Dakar, que arrancó en el 2011 pilotando una Aprilia. Su estreno fue fugaz, ya que tuvo que abandonar en la segunda etapa, pero desde entonces siempre ha contado para el triunfo final, tanto cuando se incorporó a Husqvarna (2012 y 2013) como en Honda, que le fichó tras sus brillantes actuaciones y con quien vivirá su quinta participación para poner fin al maleficio —su mejor clasificación en la general es el quinto puesto de la pasada edición— y acabar 17 años de hegemonía de KTM.

Doble lesión / Este 2017 no ha sido un buen año para el torreblanquino, que además de sufrir la sanción en el Dakar que le impidió conquistar el título ha tenido que superar dos lesiones, que no le han dejado preparar esta edición como hubiese querido.En marzo se rompió la clavícula practicando motocrós, aunque en julio volvió a lo grande ganando la Baja Aragón. Luego, junto a su compañero Ricky Brabec se llevó, por segundo año consecutivo, la Vegas to Reno, pero cuando se disponía a tomar parte, a finales de agosto, en el Desafío Ruta 40 en Argentina, en un shakedown el día previo, se dañó de gravedad la muñeca. «Está costando bastante recuperarse, porque hay un hueso al que le está costando consolidar y seguramente después del Dakar habrá que operar. Pero las sensaciones son buenas y voy a tratar de estar al mejor nivel posible en la carrera», señala.

La falta de kilómetros —estuvo sin subirse a la moto hasta el pasado 27 de noviembre— las ha compensado el castellonense con un intenso programa físico.

un potente equipo / Barreda volverá a liderar el Monster Energy Honda Team, en el que estará acompañado por el argentino Kevin Benavides, el portugués Paolo Gonçalves, el estadounidense Ricky Brabec y el francés Michael Metge, que es el único que tiene como misión principal ayudar al torreblanquino. El resto de pilotos tiene vía libre para tratar de llegar vencedor a Córdoba.

Y sobre el recorrido, el piloto provincial tiene claro qué es lo que deben hacer. «Tenemos que controlar los pequeños detalles para no cometer ningún error durante los 15 días», indica, al tiempo que reconoce mejoras en la moto: «Se han hecho cambios en el motor a nivel de fricción y en la parte de la suspensión, aunque la base es la misma de la anterior edición».