Josep Maria Bartomeu aprovechó la entrega a Jorge Valdano del premio internacional de periodismo Manuel Vázquez Montalbán para hablar sobre el escándalo que sacude al Barcelona, a propósito del uso de cuentas difamatorias en redes sociales.

La primera decisión fue anunciar la ruptura de relaciones con I3 Ventures, la empresa experta en márketing digital que «monitorizaba», según el dirigente, «las redes sociales para preservar la imagen del club». Tras la difusión de la noticia por parte de la SER, el club confirmó que «una de las cuentas vinculadas a esa empresa» (Respeto y Deporte) sí había emitido «comentarios inapropiados en relación a gente de nuestra organización». El Barça había pagado casi un millón de euros, repartido en seis facturas.

Bartomeu se sitúa, de nuevo, en una situación muy débil, como ya le pasó con la crisis Messi-Abidal o la caótica sucesión de Valverde por Setién. Además, los ejecutivos del club han quedado bajo sospecha, especialmente Jaume Masferrer, director del área de presidencia, uno de los asesores más cercanos y con más influencia sobre el dirigente.

«Quiero que quede claro al socio», comenzó diciendo con vehemencia. «Que nadie tenga duda que el Barça nunca ha contratado ninguna empresa para desprestigiar a ningún jugador, exjugador, político, presidente y expresidente», aseguró Bartomeu quien, de momento, ha roto el contrato con I3 Ventures, aunque el caso continúa abierto.