Josep Maria Bartomeu y sus directivos llevan desde las 11 de la mañana reunidos para afrontar la crisis institucional y deportiva que ha explotado después de la humillante derrota de Lisboa. No va a ser una reunión corta. Los asuntos a tratar son de calado. El primordial, decidir la fecha de las elecciones a la presidencia del Barça. Después, la destitución de Quique Setién como entrenador. No se espera aún el anuncio de su sustituto, Ronald Koeman, aunque las negociaciones están muy avanzadas.

Los 14 directivos que componen la junta se han visto las caras por primera vez después de la catástrofe ante el Bayern. Por las oficinas del Camp Nou han aparecido ocho de los componentes de la cúpula del club. El resto atienden el encuentro de forma telemática. Se ha visto entrar, entre otros, a Jordi Cardoner, vicepresidente primero, el vicepresidente Jordi Moix, el responsable del primer equipo Javier Bordas, Dídac Lee, responsable del área digital, Oriol Tomàs, vicepresidente del área comercial, Marta Plana, secretaria de la junta, y Xavier Vilajoana, responsable del filial y el fútbol formativo.

CONCLUIR EL MANDATO

La junta tiene ante sí tres opciones: dimitir de inmediato, dejando el club en manos de una comisión gestora (la más improbable); avanzar los comicios a finales de año una vez aprobadas las cuentas auditadas del último ejercicio económico y el presupuesto del próximo en asamblea (su mayor inconveniente es que aún no habría público en el Estadi y no podrían coincidir con un partido); o bien designar un día lo más cercano al 15 de marzo, la que en principio gusta más al propio Bartomeu.

Implicaría esta última vía concluir el mandato y permitiría preparar una transición con la candidatura ganadora, que empezaría a gobernar a partir del 1 de julio. No podrían considerarse como elecciones anticipadas, pues los estatutos reclaman a la junta saliente citar a las urnas entre el 15 de marzo al 15 de junio. Y desde luego, no satisfacería a los opositores más impacientes, partidarios de la salida lo antes posible de Bartomeu.

La decisión final dependrá de la evolución del debate en una junta fiel al presidente después de la dimisión de seis directivos tras el escándalo del Barçagate. Y un factor crucial será la situación de los números. Hay que tener en cuenta que al ser el último año, los directivos deben asegurarse de no dejar números rojos para evitar avalar. La temporada 2019-2020 se encaminaba hacia unos ingresos récord de 1.100 millones pero la pandemia ha secado la entrada de dinero y provocará una caída de unos 200 millones.

ESPERANDO A KOEMAN

El apartado deportivo está más claro. Setién será despedido y su relevo será el héroe de Wembley-92. No está previsto que se oficialice hoy su nombramiento, aunque podría llegar mañana mismo. Koeman debe ser el encargado de la dura y necesaria purga en el vestuario. Carácter para ello no le falta.

Tras la junta de urgencia no se espera la comparencia de Bartomeu ni ningún portavoz. Las conclusiones se divulgarán a través de un comunicado.