Ashleigh Barty se ha llevado el mayor cheque ganador en la historia del tenis, superando a la ucraniana Elina Svitolina por 6-4, 6-3 en la final del Masters femenino que se ha disputado en Shenzen (China). La tenista australiana, de 23 años, se ha embolsado por su triunfo 4.2 millones de dólares (3,9 millones de euros), cantidad que aún podría haber aumentado a 6,4 si hubiera ganado los tres partidos de la fase de grupos en la que perdió con la holandesa Kiki Bertens.

El premio en metálico que la WTA da este año por primera vez a su maestra triplica el cheque que recibirá la próxima semana el campeón de las Nitto Finals ATP que juegan los ocho mejores tenistas del año y que máximo de 2.712.000 dólares, por ganar todos los partidos. Una diferencia abismal que ya ha sido criticada por los tenistas.

UN AÑO EXTRAÑO

Actual número 1 mundial y ganadora este año de Roland Garros, Barty, es la primera australiana en ganar el Masters femenino desde que Evonne Goolagong Cawley ganó su segundo título en 1976. Barty culmina con este título (cuarto del año) una temporada increible en su retorno al tenis, después de haberse retirado a los 21, desanimada y decepcionada. "Ha sido un año extraño, si tengo que ser honesta. Con muchas emociones pero con un final realmente genial", valoró la tenista australiana tras imponerse a Svitolina, defensora del título, y a la que nunca antes había derrotado en sus cinco anteriores enfrentamientos.

Barty logró acabar con la mala racha ante Svitolina gracias a su saque y un juego más agresivo que en las anteriores ocasiones. La australiana concedió muy pocos puntos en su saque, subiendo rápidamente a la red ante una rival que se defendía desde el fondo pero dejó escapar sus opciones. La número 1 mundial no había disputado nunca anteriormente las Finales de la WTA. Ahora Barty liderará a Australia en la final de la Copa Federación que se disputa el fin de semana próximo en su país contra Francia.