Roberto Bautista lleva desde que llegó a Shanghái, tras retirarse el China Open la pasada semana, probándose para ver si puede ser de la partida en el penúltimo Masters 1000 de la temporada, que se disputa a lo largo de esta semana. Las sensaciones son positivas y el castellonense apurará hasta el final, ya que su debut será en la segunda jornada —entra como octavo cabeza de serie y pasa sin jugar una ronda—.

Este aspecto puede beneficiarle para recuperarse de las molestias en el abdominal que le obligaron a retirarse en su debut en Pekín, donde no quiso forzar para ser de la partida en Shanghái, un torneo que se le da muy bien y en el que fue finalista en el 2016.

En su estreno se medirá al vencedor del duelo que enfrentará al estadounidense Reilly Opelka, 53 de la ATP, contra el serbio Dusan Lajovic, que marcha 29º del ránking mundial. El cometido no será nada sencillo.