El Roberto Bautista más líder y necesario rescató a España en Croacia donde, ayudado posteriormente por Pablo Carreño, la Armada pudo dar la vuelta ayer a la eliminatoria y apuntarse un sufrido triunfo (2-3) en territorio balcánico, lo que permite el pasaporte a los cuartos de final y citarse, del 7 al 9 de abril, con la Serbia de Novak Djokovic y compañía, de nuevo a domicilio.

La Copa Davis mantiene su mística con eliminatorias como la disputada en Osijek. España acudía con dos tenistas del top 30 y Croacia, con el 223º y el 319º del mundo, por no hablar del dobles, donde la Armada presentaba, a priori, una pareja sólida. Sin embargo, esta competición, a menudo, entiende poco de favoritos y de ránkings para escribir su propia historia, haciéndose un hueco en medio de un calendario tenístico tan cargado, que suele contar con bajas de peso. Como la de Rafa Nadal en España o, en los balcánicos, Marin Cilic o Ivo Karlovic, que hace escasos meses venían de perder la final frente a Argentina y que se borraron de esta primera eliminatoria del grupo mundial del 2017.

Después de que Los López, Feliciano y Marc, perdieran el dobles el sábado, Bautista estaba obligado a ganar al número uno local, Franko Skugor, que ya el viernes había asombrado doblegando a Carreño, para mantener con vida a España. El castellonense salvó el primer match ball, no sin sufrimiento, imponiéndose en cuatro sets: 6-1, 6-7 (4-7), 6-3 y 7-6 (8-6).

«El objetivo era ganar. Esto ha sido más que un partido de tenis, ha sido una batalla emocional: había muchas cosas en juego», manifestó. «He luchado como una bestia y he podido cerrar en el cuarto set», declaró. «Tras el primer set pensaba que iba a ser más fácil, pero en los momentos de presión, como el 6-6 de la segunda manga, el mejor jugador tiene más presión. Luego, en el cuarto, no he podido cerrar con mi saque, pero sí he estado firme en el tie-break», explicó Rober.

EL PUNTO DEFINITIVO // Todo quedaba en manos de Carreño. Comenzó bien el asturiano, rompiendo el saque de Nikola Mektic en el tercer juego, pero no supo consolidarlo en su siguiente servicio. Lo mismo volvió a sucederle poco después, cuando logró un segundo break que le permitía servir para adjudicarse el set. Llegados al séptimo tie break de la eliminatoria, Carreño desperdició su primer minibreak, pero no así el segundo, cerrando la manga con un ace. Cogió confianza y no dio opción en el segundo parcial a un rival que daba síntomas de fatiga ante el constante movimiento al que era sometido.

Tras un inicio igualado en el tercero, el español logró la rotura en el momento decisivo y no falló con su servicio y, así, terminó ganando: (7-6 (7-4), 6-1 y 6-4).