Embistiendo hasta el final. Con el lema que su buen amigo el ganadero Dani Ramos le repite una y otra vez, Roberto Bautista pasó por encima de Guido Pella y se metió en tres horas y siete minutos en las semifinales de Wimbledon (7-5, 6-4, 3-6 y 6-3). El argentino también fue víctima del rodillo de un tenista rocoso, regular y equilibrado en su juego. El de Benlloc figura en el cartel final del Grand Slam británico junto a los tres mejores de la historia: Djokovic, Rafa Nadal y Roger Federer. Casi nada. Rober se guarda la penúltima embestida contra el serbio, actual número uno, al que se medirá mañana en la pista central del All England Club… la última para la final.

Bautista fue muy superior a su rival argentino. Ambos debutaban en la ronda de cuartos de Wimbledon, pero el castellonense mostró más tablas, más consistencia, más talento y, sobre todo, más fortaleza física y mental. Y eso que nunca se le vio forzado al 100% y tampoco tuvo que exhibir todo su potencial. Dejó golpes muy buenos, refrendó que su derecha es excepcional, que no es proclive a los errores y que ha aprendido a controlar sus emociones en los buenos y en los malos momentos, que también los hubo en un par de instantes en el primer set, con el 4-2 a favor y que se le puso un 5-4 en contra, y en el tercer set, donde una involuntaria relajación le llevó a perder su primer set del torneo.

Roberto cerró el partido con tranquilidad y casi sin sufrir, algo que ha venido siendo una constante durante los cinco partidos que ha disputado hasta alcanzar las semifinales. Y una vez más ha demostrado que es un todotenista como la copa de un pino, capaz de ofrecer un tenis exquisito en pista rápida ya sea sintética o hierba, como con la tierra batida, superficie en la que se formó como tenista desde muy niño. Rober mantuvo su rito de lanzar un beso al cielo para su mejor fan y seguidora, su madre.

AHORA, A POR DJOKOVIC / Bautista se enfrentará ahora con el serbio Novak Djokovic, que derrotó al belga David Goffin, por 6-4, 6-0 y 6-2, ganando 10 juegos seguidos, desde el 3-4 del primer set al 1-1 del tercero, para acceder a las semifinales por novena vez, defendiendo la corona esta temporada en un torneo que ha ganado en cuatro ocasiones.

En esta ocasión, el serbio es el gran favorito en las apuestas. Sí, pero ojo con las embestidas de Rober, que el serbio ya ha sufrido en dos oportunidades en el 2019 en las semifinales de Doha (3-6, 7-6 y 6-4) y en los octavos de Miami (1-6, 7-5 y 6-3). El balance entre ambos tenistas favorece a Djokovic por 7-3, aunque ambos nunca se han enfrentado sobre hierba

Roberto había llegado a los cuartos de final solo con 6 horas y 48 minutos en la pista, casi la mitad que el argentino Pella, mas desgastado con casi el doble de tiempo empleado en sus partidos para lograr sus primeros cuartos en un grande, con dos batallas épicas ante Andreas Seppi y Milos Raonic, que sacó incluso para ganar el encuentro.

INICIO CON DUDAS / Los nervios aparecieron en el set inicial, en el que Bautista llegó a dominar por 4-2 y se vio remontado hasta un 5-4 con varias pelotas de set para el tenista argentino. Rober tuvo más temple y se puso por delante de nuevo 6-5 para culminar la faena con su servicio.

La consecución de este parcial fue crucial porque Roberto calmó sus nervios y jugó mucho más suelto después. Rompió en el inicio del segundo y en todo este acto solo concedió un punto de rotura. Pero lejos de bajar los brazos, el de Bahía Blanca defendió sus opciones hasta el final y una rotura en el tercer juego de la tercera manga le sirvió para ganarla y tomar aliento en el duelo.

Bautista, con más energía en sus piernas, le robó el servicio por cuarta vez en el duelo, hizo el 3-1 en la cuarta manga, para respirar luego tranquilo, saboreando uno de los días más felices de su carrera deportiva. Pero todavía quedan más porque Rober tiene energía y tenis para complicarle la vida al número uno del mundo. Lo veremos mañana.