Roberto Bautista lo tiene claro. Quiere llevarse el ATP 250 de Gstaad (Suiza) y, por el momento, está cumpliendo con creces con su cometido. Tras ajusticiar al francés Gleb Sakharov en segunda ronda por un contundente resultado de 6-4 y 6-3, el número uno provincial hizo lo propio ayer en cuartos de final al apear, con autoridad, al uzbeko Denis Istomin por 6-3 y 6-4 en un encuentro que se prolongó durante una hora y 20 minutos, hasta que el provincial asestara el golpe final a su oponente.

Durante el encuentro, Bautista se repuso de un mal arranque que le obligó a ir debajo durante los primeros juegos. Un contratiempo que no inquietó al provincial. Manejó el tiempo del encuentro y adjudicándose cinco juegos consecutivos le dio la vuelta al resultado y empezó a dominar un partido, que finalmente se llevaría sin problemas.

El castellonense, número 18 del ranking ATP y segundo favorito del torneo, se enfrentará hoy a las 11.00 horas al italiano Fabio Fognini, número 31 del mundo y cuarto favorito del torneo, que derrotó en cuartos de final al letón Ernest Gulbis por un ajustado 3-6, 6-4 y 3-6.

A partir de ahora, empieza lo bueno. No en vano, Bautista se medirá al primer rival de entidad en este torneo, Fognini, con el que deberá batallar para conseguir un billete para su duodécima final ATP de su carrera. A su favor juega la sorprendente eliminación del belga David Goffin, primer favorito de este torneo, en cuartos de final ante el holandés Robin Haase.

bautista, de dulce // El provincial peleará por clasificarse para la final del torneo suizo y prolongar así su buen momento. Antes de aterrizar en tierras helvéticas, Bautista completó un más que notable papel en Wimbledon. Bautista eliminó, contra todo pronóstico, al japonés Kei Nishikori en octavos de final. No en vano, en cuartos, cayó ante el croata, y a la postre finalista en la cita londinense, Marin Cilic.