El Bayern encarriló considerablemente su eliminatoria de cuartos de final de la Champions contra el Sevilla, al que venció en el Ramón Sánchez Pizjuán (1-2), que pasó de la alegría por el gol de Pablo Sarabia a la frustración por el tanto en propia puerta de Jesús Navas y el también afortunado de Thiago Alcántara.

El Sevilla aguantó el tipo en la primera parte, en la que fue mejor y gozó de mejores ocasiones, pero solo la mala suertele impidió irse al descanso en ventaja. En la segunda mitad, los muniqueses sí mostraron su currículo europeo y se manejaron bien ante un rival que perdió el gas mostrado en el primer período, lo que se tradujo en el marcador.

Sin el sancionado Éver Banega, los locales plantaron cara al todopoderoso equipo bávaro, al que cedió la iniciativa. Con todo, Sarabia avisó a los 20 minutos y acertó poco después de la media hora.

Pero, como el sábado frente al Barcelona, llegó el mazazo en los mejores minutos de los andaluces. Una incursión por la izquierda de Franck Ribéry se convirtió en infortunio para el equipo nervionense, ya que, en su intento de centro, apareció Jesús Navas y se introdujo el balón en el marco, pese a la acción desesperada de David Soria para evitarlo.

El Bayern salió alertado en la reanudación y, en el 68, Thiago no perdonó el 1-2, aunque otra vez con la colaboración de un sevillista, en esta ocasión de Sergio Escudero. Los locales, en el apretón final, tuvieron el empate, pero llegarán al Allianz Arena con todo muy en contra.