Bélgica será el rival de Brasil el próximo viernes en Kazán en uno de los cuartos de final del Mundial que prometen ser más atractivos. Se ganó ese derecho después de remontar un 0-2 y sobrevivir a Japón un partido espectacular, que se decidió por 3-2 en el tiempo añadido con un gol de Chadli.

Mereció mejor suerte la selección asiática, pero cuando todo parecía encaminado a la prórroga, llegó una contra de manual conducida por De Brunye, y resuelta con acierto por el jugador del West Bromwich, que pilló totalmente desprevenida a la selección japonesa y abrió la puerta de la clasificación al conjunto europea.

Antes Haraguchi y Takashi Inui avanzaron a los nipones pero Vertonghen y Marouanne Fellaini consiguieron el empate para los belgas.