El equipo rojinegro cambia su discurso de salida este año, lo hace rebajando las aspiraciones y con más humildad. Si en los dos últimos ejercicios los benasalenses buscaban regresar a Primera Regional, en esta ocasión la meta pasa por estar en la zona alta de la tabla clasificatoria pero sin exigirse pelear por cotas mayores.

Este verano se han producido cambios, por ejemplo, en la directiva, donde Guillermo Pino Ferrando ya no está en la presidencia del club y ha sido relevado por Vicente Martínez. El pricipal ítem del nuevo proyecto que lleva el equipo directivo bajo el brazo pasa por mantener el fútbol en una población como Benassal, algo heroico en ocasiones, donde cada vez hay menos jugadores para jugar. Por otro lado, y no menos importante, está la premisa de que todos los integrantes del equipo, o el máximo posible en su defecto, sean del propio municipio, algo que es un orgullo para la localidad y para el propio club. Precisamente esto ayuda a que el campo Municipal Enrique Sancho registre mejores entradas cada quince días.

También hay novedades en el banquillo, donde, Adrián Ortells, hasta el año pasado entrenador del Chert, se hace cargo del Benasal y toma el relevo de José Manuel Fabregat. En cuanto a la plantilla, la totalidad de los futbolistas son vecinos del pueblo o están ligados de un modo u otro al mismo. Las incorporaciones que registra el plantel son escasas y todas ellas proceden del equipo comarcal de fútbol base, L’Alt Maestrat. Se trata de los defensas Ángel y Jordi y el medio Omar. El resto del plantel está formado por la base de los últimos años, de hecho, incluso hay diversos de hace tres años cuando el equipo compitió en Primera Regional.