El derbi del Baix Maestrat cayó del bando benicarlando en un partido vibrante e intenso. El equipo local se llevó un partido que presentó una primera parte igualada. La jugada desequilibrante se produjo a la media hora con un penalti de Sergi Quixal a Monti que transformó Marcos Cano.

En la segunda mitad, el choque siguió la dinámica inicial y ninguno de los dos equipos se hizo con el mando del partido. Las ocasiones llegaron a cuentagotas y la más clara de los caduferos fue un centro de Marcos Cano que, en el despeje de un defensor, casi puso el balón en su portería. El Sant Jordi lo intentó a la desesperada en el tramo final del partido pero no pudo doblegar la seria defensa benicarlanda.