El Real Madrid ofreció una imagen pobre, alejada del éxito de hace tres días en el estadio Calderón ante el Atlético de Madrid, y, con un gol de Karim Benzema en el minuto 87, ganó 1-2 al Sporting de Portugal y selló su pase a los octavos de la Champions.

El francés, suplente como el pasado sábado, apareció al final del encuentro para rescatar a un equipo gris, sin muchas ideas pero que salió con vida de Lisboa después de firmar un encuentro extraño en el que el resultado fue lo único positivo para los hombres de Zinedine Zidane.

CONTINUIDAD // La resaca del derbi abrió un debate interesante en Madrid. Lisboa, la ciudad en la que los blancos ganaron su décima Copa de Europa y en la que Cristiano comenzó su andadura profesional hace más de una década, recibía al equipo blanco con la duda de ver si Zidane se repetiría la alineación del Calderón. En el feudo rojiblanco triunfó la tesis de Isco en la media punta, la de Bale —que se fue ayer lesionado del tobillo derecho—, en la izquierda, su posición natural, y la de la desaparición de la BBC por la ausencia de Benzema con la presencia de Lucas en la banda derecha. Zidane no tuvo reparos en repetir y solo cambió en el centro de la defensa a Nacho. Además, Ramos volvió a erigirse como jefe de la zaga y fue clave al dar la asistencia a Benzema.

Sin la inspiración madridista y con el orden portugués, los primeros 45 minutos se resumieron con un único disparo entre los tres palos del Real Madrid que acabó en gol. Lo marcó Varane, después de una falta sacada por Modric que remató mal Cristiano para dejar el balón en los pies del francés. Entonces, solo delante de Rui Patricio, abrió con comodidad el marcador. Ese fue todo el bagaje ofensivo del Real Madrid, que si no encajó fue gracias a Ramos, que apareció de manera providencial en un disparo de Bruno César que desvió cuando la pelota ya entraba.

Esas dos ocasiones fue lo más destacable de una primera parte táctica y algo tediosa. Tras el descanso, los locales se quedaron con un hombre menos por una acción infantil de Joao Pereira. No menos infantil fue el penalti cometido por Coentrao, pues recibió un balón en el brazo mientras protestaba dentro del área. Adrien Silva no falló, como no falló Benzema a falta de tres minutos para dar el pase a octavos.