Con una mayoría abrumadora (1.017 votos a favor, 23 abstenciones y 57 socios compromisarios en contra), Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, dio el último paso para llevar a cabo la remodelación del Bernabéu. Después de muchos años y vicisitudes con instituciones y juzgados, la directiva tiene el permiso para endeudarse, una o varias veces, y en las formas que considere oportuno, para remodelar el estadio.

Gracias al apoyo mayoritario, la junta tiene previsto un presupuesto de más de 500 millones de euros y que, según las vagas explicaciones del presidente, supondrá un compromiso de pago del club que se puede extender de 25 a 35 años, con una cuota anual de unos 25 millones.

A inicios del 2019, una vez que se resuelva el concurso adjudicatario, la modernización del estadio se extenderá durante los próximos tres años y medio, sin alterar el calendario ni interferir en las competiciones.

Coste desorbitado

La crítica más reiterada en las intervenciones de los socios, diluida entre la mayoría abrumadora que se impuso en la votación, tuvo que ver con el desorbitado presupuesto que maneja el club para una obra de remodelación, sin cambios estructurales en el edificio (525 millones). Además, varios compromisarios lamentaron la falta de transparencia sobre el proyecto. «Nos está pidiendo que le demos un cheque en blanco», le recriminaron. Luego el presidente concretó que generará unos 150 kilos anuales.

«No» a ir a Estados Unidos

Entre alabanzas a su gestión económica, referencias al papel desestabilizador de la prensa y a las andanzas y desventuras de anteriores presidentes, Florentino Pérez defendió su proyecto sin aportar detalles ni casi referenciar cualquiera de los aspectos sobre los que se le había requerido más información. Entre otros temas tratados, levantó los aplausos de la platea la contundencia del presidente blanco respecto al partido que LaLiga quiere que se juegue en el extranjero. «Nosotros no vamos a ir a Estados Unidos, no vemos a qué intereses responden», puntualizó. Otro apartado en el que puso mucho énfasis fue la venta de abonos a empresas que luego hacen negocio vendiéndolos a turistas o interesados. «Vamos a acabar con la reventa a organizaciones internacionales. Que no revendan abonos, que estoy detrás de ello», indicó en tono casi amenazante.

Presupuesto

Entre los temas de la junta ordinaria, la directiva presidida aprobó sin apenas oposición (6 votos en contra) el presupuesto del club para la temporada 18-19, estimado en algo más de 752 millones. También se dio el OK a las cuentas del curso pasado, con unos ingresos de 751 millones de euros y un beneficio neto de 31 kilos. La crítica más generalizada tuvo que ver con la subida del coste de los abonos, el incremento de la carga económica sobre unos socios que cada vez representan un porcentaje menor en los presupuestos del club (6,6% del total). «Hemos intentado recuperar lo que no habíamos subido en los años de la crisis económica que hemos sufrido. La contribución de los socios está desproporcionada», se justificó Florentino Pérez.

‘CR7’ y Zidane

El presidente no eludió las últimas salidas. «Cristiano es el máximo goleador de la historia del club y digno sucesor de Alfredo di Stéfano. Su trayectoria será contada de generación en generación. Es un ejemplo para todos los que se enfundan nuestra camiseta», dijo del portugués. «Otro de nuestros grandes referentes para siempre es y será Zidane. Como entrenador ha entrado en la historia con nueve títulos en dos años y cinco meses, tres Champions consecutivas, que nadie ha conseguido», subrayó del técnico francés, «que como Cristiano, sabe que esta es su casa para siempre», concretó. Sobre su lucha para echar a los ultras del Bernabéu, Pérez fue contundente. «El gorro de presidente me lo pongo para todo, también para echar a los violentos. Antes sacaban navajas en el Bernabéu y ahora van familias. Acabé con la violencia y no sé cuántas veces pintaron mi casa y hasta la tumba de mi mujer», desveló el mandamás del Real Madrid.