Los que son aficionados, los auténticos seguidores de la F-1, y los que no son tan aficionados pero aman el deporte y, sobre todo, quieren disfrutar, en la medida de sus posibilidades, en vivo y en directo, un gran evento deportivo en su ciudad, saben que, en estos momentos, no hay nada, nada, más tentador, curioso, interesante, distinto, diverso, variopinto y entretenido como un gran premio de F-1 en tu ciudad.

Catalunya, Barcelona, Montmeló y el Circuit ofrece hoy (14.00 horas, TV-3, TVE y Movistar TV) una posibilidad única (única significa una vez al año, partidos de fútbol, baloncesto y tenis hay muchos) de poder disfrutar de un acontecimiento espectacular donde se junta todo pero, muy especialmente, la velocidad, el entretenimiento, la vistosidad y, sobre todo, lo que antes se conocía un día en las carreras, que era una manera distinta de disfrutar del deporte de alta tecnología.

INMENSAS PANTALLAS / El Gran Premio de España de F-1, que hoy citará en las preciosas y cómodas tribunas de Montmeló, con sus inmensas pantallas de televisión que permiten la visión de todo el circuito, a todo el mundo, es una carrera en la que, según todos los expertos, podría empezar a decidirse el título mundial de pilotos, pese a que solo se llevan disputadas cinco de las 21 carreras que forman el calendario. ¿Por qué? Porque en Barcelona es donde el tricampeón británico Lewis Hamilton, actual poseedor de la corona, ha decidido iniciar la remontada frente a su espectacular compañero de equipo, el alemán Nico Rosberg. Cierto, o precisamente por eso, la desventaja de Hamilton con respecto a Rosberg (43 puntos, casi dos victorias) podría significar que o el británico empieza a recortar puntos o el hijo del legendario Keke Rosberg, campeón con Williams en el 82, comenzará a tener el título a punto de caramelo.

EL CIRCUITO PERFECTO / Barcelona no es un circuito cualquiera. Barcelona es el circuito. Para todos en el paddock de la F-1, el coche que vuela en Montmeló, vuela en cualquier punto del mundo. Y el piloto que es capaz de ganar en el circuit suele ser, sí, el futuro, o repetitivo, campeón del mundo. Puede que las estadísticas sean para romperlas, pero Barcelona es el punto de encuentro, el espejo, el modelo en el que se mira toda la F-1. «Desde el primer día que pisé esta ciudad, me enamoré de ella. Es como si fuera mi casa; un lugar, un ambiente, que me recuerda los sitios más hermosos que me gustan. En Barcelona me siento muy feliz», dice Hamilton.

Es el Hamilton ansioso, con ganas, el tricampeón que lleva, desde el 25 de octubre pasado (Austin, Texas, EEUU), sin ganar una carrera. Y no solo eso, sino que ha asistido al dominio aplastante de Rosberg, su compañero, que sumó, a sus últimos tres triunfos en 2015 (México, Brasuil y Abu Dabi), los cuatro primeros grandes premios (Australia, Baréin, China y Rusia) de la presente temporada. Y es que Lewis es el líder del grupito de campeones que hoy, en la preciosa parrilla de Montmeló, lucirán sus mejores laureles: Hamilton (McLaren-Mercedes en 2008 y 2014-2015 con Mercedes), Fernando Alonso (Renault, 2005 y 2006), Jenson Button (Brawn GP, 2009), Kimi Raikkonen (Ferrari, 2007) y Sebastian Vettel (Red Bull, 2010, 2011, 2012 y 2013).

MULTITUD DE DUELOS / La carrera de hoy, que esperemos sea iluminada por un cristalino sol, un astro que, a menudo, decide las carreras de F-1 por su ausencia, tendrá muchas luchas. Hamilton y Rosberg por la victoria; Daniel Ricciardo, el revolucionario Max Verstappel, Vettel, Raikkonen y los dos Williams-Mercedes de Felipe Massa y Valtteri Bottas por la tercera plaza; Alonso por saber si podrá entrar en los puntos, idéntica reivindicación del joven Carlos Sainz (Toro Rosso-Ferrari).