El Valencia es virtualmente equipo de Champions, pero la confirmación matemática se está haciendo de rogar. Cuatro jornadas seguidas sin ganar (derrotas contra el Barça y Getafe, y empate en Balaídos y ayer ante el Eibar) han impedido cerrar el objetivo, que podría alcanzarse hoy sin jugar.

Si el Betis no suma los tres puntos contra el Málaga en el Villamarín, los che lo tendrán hecho. Por contra, si los verdiblancos ganan, a los de Marcelino les bastaría con un empate el próximo sábado en el Estadio de la Cerámica (20.45 horas) para culminar una enorme temporada y pensar en el proyecto de la próxima (el técnico asturiano quiere un lateral derecho, un central, dos jugadores de banda izquierda --si no sigue Guedes-- y un punta rápido).

EMOCIÓN // Mestalla vivió ayer un partido intenso y emocionante, marcado por el equilibrio de fuerzas en la primera mitad, pero que se decantó a favor de los locales en el segundo periodo, en el que dominaron al conjunto vasco, aunque sin acierto cara a puerta y con polémica arbitral, pues no pitó un penalti de Cote a Carlos Soler y luego anuló un gol legal del italiano Simone Zaza.

Al final, el Valencia buscó más la victoria y puso más corazón que fútbol, con algunos momentos de precipitación, ante un Eibar sólido, que nunca perdió de vista la oportunidad de ganar el encuentro, aunque dispuso de pocas ocasiones de gol, y con un Orellana especialmente motivado. Aunque llegaron a cuestionar su participación, pues el chileno recaló en el conjunto vasco como cedido por el Valencia, finalmente pagaron los 1,3 millones pactados para su traspaso. Quien también parece que seguirá más tiempo en el equipo armero es el técnico José Luis Mendilibar (57 años), cerca de renovar.