Sergio Quílez Vivar (24 de marzo de 1998, Castellar de Santiago) es el sexto jugador del Bisontes Castellón FS para el próximo ejercicio, después de asegurar las renovaciones de Chema Barrera, Alberto Lorca, Peloncha, Richard Falcón y Pipi.

El ala ciudadrealeño, después de jugar en el FS Valdepeñas (desde la 2013-2014 a la 2015-2016) y Rivas Futsal (2016-2017), de Segunda División, fichaba la campaña siguiente por el Acqua&Sapone, de la Primera División de Italia, donde logró proclamarse tanto campeón de Liga como de Copa. En la 2017-2018 aterrizó en el Noia Portus Apostoli, al que ha pertenecido durante un par de temporadas consecutivas, siendo uno de los jugadores más determinantes y regulares de la escuadra gallega. Ahora recala en el conjunto castellonense con la ilusión de sumar en el proyecto azulón con su trabajo y esfuerzo, en la lucha por recuperar de nuevo su hueco dentro del fútbol sala nacional.

CRECIENDO

El manchego se muestra «muy contento y agradecido» por la confianza que el club ha depositado en él. Quílez llega al Bisontes con la idea de «poder hacer una gran temporada en la Cuna del Fútbol Sala». «Estoy muy feliz de mi fichaje por el Bisontes. Es un club que cada año sigue creciendo en todos los aspectos, que es lo que me ha decidido a dar el salto a una de las plazas históricas de este deporte como es Castellón», añade. «Me considero un jugador humilde y trabajador, así que llego con muchas ganas de ayudar al equipo a cumplir el objetivo que nos marque el cuerpo técnico», dice el nuevo refuerzo.

CUARTA EN SEGUNDA DIVISIÓN

El Bisontes, que estaba fuera de los puestos de descenso a Segunda B cuando la pandemia del coronavirus detuvo la competición en la jornada 23ª, militará, por cuarta temporada consecutiva, en la categoría de plata. Consolidado el proyecto del presidente Joaquín Sánchez Amorós, el desafío es obtener una clasificación mucho más desahogada, así que refuerzos como el de Quílez le deben servir para dar un salto de calidad.