No es la primera vez que el Villarreal CF adolece de falta de puntería, que flojea en la definición...., aunque pocas veces sus números ofensivos serán tan elocuentes como los que firmó el sábado en Los Arcos. Ayudado por el hecho de que el encuentro --y la eliminatoria-- se fue hasta el minuto 120, el Submarino remató a puerta hasta en 43 ocasiones frente al Orihuela, encontrando un escaso rédito a tamaño desempeño en ataque. Solo los dos goles de Gerard Moreno, que no había sido titular, para que la visita al colista del grupo III de Segunda B se quedara en un simple susto.

El dominio del Submarino fue tan abrumador, que casi parece inconcebible que tuviese que esperar al 117 para ganar el partido. Comenzando por la posesión, en la que triplicó el manejo de la pelota por parte de los locales: 75,2% por el 24,8% de los escorpiones.

Una posesión que se tradujo en la frecuencia de llegadas y remates. El conjunto de Javier Calleja lo intentó hasta en 43 ocasiones en esos 120 minutos (hay que tener en cuenta que el tiempo real de juego de un encuentro suele superar ligeramente el 50%, según diversos estudios, por lo que disparó una vez cada menos de dos minutos). De esos 43, 15 tiros iban entre los tres palos (el registro del Orihuela fue de 11 y 5, respectivamente).

Gerard contra la muralla

La veintena de saques de esquina del Villarreal contra los apenas tres de los alicantinos se queda en una mera anécdota al lado de quien estuvo a punto de convertirse en el héroe de la eliminatoria. Aitor Arias, joven portero valenciano camino de los 22 años, con solo seis encuentros en Segunda B a sus espaldas, frenó una y otra vez, hasta en 13 ocasiones, los intentos del Submarino por haber decantado el cruce mucho antes.

Especialmente inspirado ante Carlos Bacca, Arias únicamente claudicó frente a Gerard Moreno, que anotó el decisivo tanto ayudado de un rebote.