Siempre he pensado que Navidad es todo el año y no hace falta esperar a esas fechas para exteriorizar los buenos sentimientos. Las buenas obras son cuestión del día a día y no es necesario publicitarlas para que se vea lo buenos que somos. Vivimos en un mundo de excesivo postureo e hipocresía. Por ello en ocasiones me cansa cuando observo en el mass media la reiterada exhibición de los actos de solidaridad que en la mayoría de las veces se quedan en una foto. El fútbol es el deporte que más cultiva el divismo de sus actores. Siempre recordaré las palabras de Robert Pirès en una entrevista a Mediterráneo en la que se desmarcaba de ese excesivo estrellato que se dispensa a los deportistas de élite: "Los futbolistas no salvamos vidas ni somos héroes como los bomberos, solo jugamos al fútbol". No es la primera vez que la saco a colación, porque ella refleja fielmente lo que pienso.

Dicho este preámbulo, voy a mostrar mi admiración personal por uno de los proyectos estrellas de Fernando Roig: Endavant Igualtat. Merece mi respeto porque la conexión de jóvenes deportistas, que luchan desde la base por estar en la élite, con las personas que sufren de problemas físicos o psíquicos es una de las propuestas más interesantes para ayudar afectivamente a los que chicos con algún tipo de dependencia y también para los jóvenes que quieren alcanzar la cima del deporte.

Son muchos los futbolistas con cualidades para jugar en Primera que han dilapidado su talento al cobrar los primeros miles de euros. El dinero fácil trastornó su vida y sus carreras. Estrellas rotas.

Estoy convencido de que está idea de que cada equipo de la cantera del Villarreal --en su segundo año-- apadrine a una asociación o un centro de educación especial con la convivencia de los canteranos del Villarreal con chicos con problemas, es una experiencia vital que enriquecerá y les ayudará en su vida.

Pocas veces he visto tan ilusionado a Fernando Roig. Siempre he dicho que una persona sensible es capaz de estar ahí cuando de verdad te hace falta. Y el Villarreal ha demostrado estar al lado de los más desfavorecidos en muchísimas ocasiones, y en bastantes de ellas no ha salido a la luz pública. Hoy, al margen del Endavant Igualtat, el Villarreal es el principal patrocinador de los clubs de élite de la provincia, contribuyendo a su supervivencia.

En el Villarreal se cometen errores, pero si yo no dudo en apuntar lo que observo que no se hace bien, también tengo que demostrar mi admiración por su gran labor formativa y solidaria. Sin postureo. Ni a Roig, ni a quien suscribe nos gusta.

PARALÍMPICOS. El 9 d’Octubre asistí al emblemático acto de entrega de distinciones del Consell en Valencia. Entre ellos dos paralímpicos de Castellón: Ariadna Edo y Ait Khamouch. Recibieron el justo reconocimiento a su esfuerzo y lucha por la igualdad. El martes, Ait, que tiene en su currículo el récord del mundo paralímpico de maratón, cuatro medallas en tres citas paralímpicas y dos ditinciones al mérito deportivo del CSD, anunciaba en su página de Facebook que después del Mundial dejaba el atletismo harto de pelear sin ayudas. Espero que no sea así y encuentre un patrocinador que colabore a sufragar sus gastos médicos, material, desplazamientos y todo lo que conlleva la carrera de un deportista de élite que se ha acostumbrado, desde que llegó en patera a España después de la amputación de un brazo por las deficientes condiciones sanitarias de su pueblo, a pelear y pelear solo. Es la otra cara del divismo en el deporte.