Cada parón por los compromisos de las selecciones se convierte en días de preocupación para Luis Enrique. Y más ahora con el clásico a la vuelta de la esquina (llega el Madrid el sábado 2 de abril al Camp Nou) unido, además, a la decisiva cita de los cuartos de final de la Champions contra el Atlético (martes 5 en el estadio azulgrana y miércoles 13 en el Calderón). Pero se ha quedado, eso sí, con Iniesta en la ciudad deportiva del Barça, aquejado de unas molestias musculares que le impidieron jugar el domingo en El Madrigal. Además, Busquets, que padeció una luxación del dedo anular de la mano derecha en Ipurua, puede causar baja.

El centrocampista, que no participó en el primer entrenamiento de la selección, porque estaba haciendo una sesión de “recuperación”, según informó la federación en un escueto comunicado. Busquets había llegado a Madrid con un documento médico en el que se informaba de esos problemas que arrastraba en el dedo desde el 6 de marzo, cuando el Barça jugó en el campo del Eibar. Fue sustituido por Luis Enrique (m. 80), quien después le descartó ante el Getafe, coincidiendo con su reciente paternidad tras nacer Enzo, su primer hijo, y después, eso sí, completó tanto los 90 minutos con el Arsenal y también los 90 contra el Villarreal.

SUÁREZ, CON URUGUAY // No es partidario Del Bosque de correr riesgos con jugadores que arrastran problemas físicos. Ya reservó a Iniesta y ahora también lo hace con Busquets. De esta manera, Luis Enrique tiene un par de problemas menos porque ambos jugadores dispondrán de casi 15 días para preparar el clásico.

En este parón, y casi dos años después de su sanción en el Mundial de Brasil, retorna Luis Suárez con la selección uruguaya, teniéndose, además, que enfrentar al Brasil de Neymar, su socio en la delantera, y Alves. Messi y Mascherano se medirán a la Chile de Bravo, su portero, mientras Rafinha trabajará ya con la selección olímpica brasileña. H