Brasil revivió, en un entregado Carioca Arena, con una victoria en baloncesto ante España (65-66) que deja muy tocados a los de Sergio Scariolo, enterrados por los continuos fallos en tiros libres y por un palmeo de Marquinhos a 5.5 del final del partido.

Segunda derrota de una ÑBA que se aboca a un torneo incierto y con serio peligro no ya de no pelear por las medallas, sino de ni siquiera estar en la segunda fase. Algo impensable para todos hace solo tres días, cuando Pau Gasol y compañía eran la única esperanza real de dar guerra al Team USA. No está para eso, ni de lejos, una selección española desconocida, reventada por la presión y sin más argumentos que el nuevo pívot de los San Antonio Spurs, que tampoco tuvo el día.

Quizás el resultado final entre un Brasil lleno de energía y determinación y una España bloqueada se explica en el horrendo 5-12 de la estrella española en tiros de campo, peor incluso que el 22-33 de su equipo. No obstante, España perdió por sus problemas para encontrarle aliados y por la concesión de canastas en momentos importantes del partido.

Ante Croacia, la primera derrota, sí estuvo Nikola Mirotic y ayer tuvo algún destello Sergio Llull, quien falló un tiro libre decisivo con 65-63 en el marcador. Y después de fallar otro tiro libre Nené, a Gasol se le fueron dos más a 23.7 del final, lo que dejó a España a merced de una acción brillante, que llegó con el palmeo de Marquinhos. Aún tuvo una opción más España, pero defendió bien Brasil, Llull estuvo espeso y el balón que le cayó a Rudy Fernández ya era difícil de levantar.

Dos canastas de Gasol y Rudy abrieron el marcador, pero Brasil salió mejor y con un parcial de 0-7 mostró lo que iba a venir: una verdeamarela más intensa y dispuesta a recuperarse de la derrota del debut; y una Roja sin confianza, fallando tiros y concediendo rebotes bajo su aro.

Con Gasol y Mirotic más apagados que ante Croacia, Brasil mandó en el primer cuarto. Por momentos pareció remontar España -sobre todo en el último cuarto-... y parecía que se llevaba ya el partido cuando un triple de Llull culminó la remontada a dos minutos del final (64-63), pero que chafaron los tres tiros errados por Gasol y el propio Llull. H