Bruno Soriano no está disfrutando plenamente de un verano que, en teoría —con el capitán apartado de los líos del mercado de fichajes gracias al contrato superblindado que Roig le plantó tras el descenso a Segunda—, debería haber servido únicamente para desconectar por completo tras la fantástica pasada campaña, en la que el Villarreal acabó la Liga cumpliendo con creces con el objetivo de situarse, un año más, en plaza de competición europea, solo por detrás de los cuatro equipos que representarán al fútbol español en la próxima edición de la Champions League.

El capitán del Submarino, por supuesto, ha tenido tiempo para el relax —junto a su novia, ha disfrutado de unos días de turismo en un destino paradisíaco como Tailandia—, pero se ha visto obligado a acortar el tiempo de ocio por culpa de la inoportuna lesión que apareció en el tramo final de la pasada temporada y que le impidió estar presente en una de las citas estrella de la Liga —la visita al Camp Nou— además de tener que jugar mermado los dos últimos encuentros —en casa ante el Deportivo y en Mestalla—, decisivos para la clasificación directa para la Europa League.

Forzar en aquella situación no benefició al jugador de Artana para superar la tendinitis rotuliana en la rodilla izquierda que le fue diagnosticada y que ahora, más de un mes después de su aparición, amenaza con impedir a Bruno Soriano comenzar al 100% la pretemporada, el próximo 10 de julio, apenas unos días después de que los futbolistas del primer equipo vayan desfilando por las instalaciones de Miralcamp para someterse a las primeras pruebas médicas y físicas antes de ponerse manos a la obra.

El capitán, al igual que su compañero Denis Cheryshev —que también pelea contra el crono para olvidar su larga lesión en el muslo—, ya alargó la pasada temporada y siguió los entrenamientos hasta una semana después de que el resto empezara su periodo vacacional, ya entrado junio.

INFLAMACIÓN EN LA RODILLA

Ahora, Bruno ha regresado al trabajo dos semanas antes para acelerar el proceso de recuperación de una lesión que deja en el aire el comienzo de la pretemporada. «Veremos qué dice el médico, pero todavía tengo un poco de inflamación en la rodilla», apunta el futbolista, que reconoce que disputó los cuatro últimos encuentros de la pasada campaña con bastantes molestias. «Decidí forzar, por el equipo, y lo volvería a hacer. A veces soy demasiado cabezón y quizá debería haber parado», apuntó ayer el de Artana en los micrófonos de Ràdio Vila-real. El centrocampista confiaba en que en el plazo de un mes podría estar totalmente recuperado de los problemas en la rodilla, pero los plazos se están alargando.

Así, Bruno se perfila como la gran duda para el inicio de la pretemporada, en la que se espera que paulatinamente vaya ganando protagonismo Cheryshev, que desde inicios de este mes de junio ya tiene el alta médica. Escribá solo tiene una baja confirmada en la preparación veraniega que se prolongará hasta mediados de agosto, la del guardameta Sergio Asenjo, que en el mejor de los casos deberá esperar hasta el mes de septiembre para reintegrarse al grupo tras su cuarta lesión grave de rodilla.

Bruno Soriano espera que el esfuerzo de acortar sus vacaciones valga la pena y, finalmente, pueda ser uno más dentro del grupo el próximo día 10 de julio, cuando Fran Escribá tenga la primera toma de contacto con el grupo encargado de afrontar otra intensa temporada en tres frentes, Liga, Copa del Rey y Europa League. Antes de que llegue ese momento, el capitán groguet tiene que atender todavía otros compromisos. El próximo lunes, sin ir más lejos, Bruno tiene previsto acudir en su localidad, Artana, a la primera jornada del campus de fútbol que lleva su nombre. Los ánimos y las muestras de afecto de los niños, para quienes Bruno es un espejo, seguro que serán un buen impulso para el capitán del Submarino.