Para el capitán del Villarreal, Bruno Soriano, el paso atrás que supuso la derrota el pasado viernes ante la UD Las Palmas no va a significar, ni mucho menos, la renuncia del conjunto amarillo a intentar alcanzar una cuarta plaza que se ha complicado un poco más a falta de 10 jornadas para que concluya la Liga. Para el de Artana, «nuestros objetivos deben ser muy altos» y exige al grupo que dirige Fran Escribá «confiar» hasta el final de la temporada en sus opciones.

Los jugadores del Submarino saben que para repetir el logro de la pasada campaña y tener otra oportunidad de colarse en la Liga de Campeones no bastará con mostrarse seguros en los cinco partidos que restan en el Estadio de la Cerámica -el Eibar será el visitante cuando se reanude la competición tras el paréntesis de las selecciones--, sino que estarán obligados a recuperar la fiabilidad fuera de casa, máxima en esta segunda vuelta hasta que llegó la derrota en Gran Canaria.

«MIEDO CERO» / Entre los exámenes que restan a domicilio, destacan el que hay que afrontar en casa del principal rival por la cuarta plaza, en el Vicente Calderón, y el siempre exigente Camp Nou. Dos escenarios en los que Bruno tiene «miedo cero». «Estamos preparados para competir contra los mejores», asegura el capitán amarillo, que basa su optimismo en la imagen que ha dado el Villarreal ante los grandes de esta temporada, como Barça, Madrid, Sevilla o Atlético: «Contra los buenos equipos de la Liga hemos competido muy bien, con máxima motivación».

TRIGUEROS Y RODRIGO / El centrocampista ha sido uno de los testigos directos de la eclosión de Trigueros y el gran futuro apuntado por Rodrigo, dos jugadores que han potenciado una posición que sigue liderando Bruno, compañero y también consejero. «Intento ayudar en lo máximo posible a los que suben del B, como a mí me ayudaron en su día», sostiene el de Artana, que ve a Rodrigo como un jugador que «dará mucho al club en el futuro». «Está empezando y le queda mucho, pero tiene muy buena pinta». Sobre la temporada de Trigueros, para Bruno no es ninguna casualidad. «Lo de Manu no me sorprende. Le considero un muy buen futbolista, que ya está hecho y no tiene que demostrar nada», comenta.