Javier Calleja no quiere que el parón liguero ralentice la exploración de todas las posibilidades que le ofrece su actual plantilla. El técnico madrileño preparó ayer un partidillo de preparación contra el filial con la intención de seguir testando lo que pueden dar de sí sus futbolistas, sobre todo los que menos minutos han podido tener en el arranque de la competición, y comprobar los diferentes roles que pueden desempeñar los jugadores de los que dispone este año. Mario Gaspar, por ejemplo, volvió a ser probado como central, como ya hizo Calleja en algún momento de la última pretemporada.

Pero la cita de ayer tenía un protagonista que destacaba sobre el resto. Después de varios días ya entrenando con el grupo, la opción de que Bruno Soriano pudiera disfrutar de unas sensaciones parecidas a las de la competición oficial se abría. Tanto el jugador como el técnico decidieron que había llegado el momento de realizar un primer examen sobre el estado físico del capitán, que en los últimos 15 meses no ha podido probarse con algo parecido al fuego real tras su última experiencia en Mestalla a finales de mayo del pasado año. Ayer fue el día y el de Artana disfrutó de 20 minutos para volver a sentirse futbolista, uno de los últimos pasos para una reaparición todavía sin fecha definida y que dependerá de las sensaciones del propio Bruno durante las próximas semanas. El ratito del centrocampista ayer sobre el césped de la Ciudad Deportiva aumenta el positivismo.

Sin los cinco internacionales que se encuentran con sus respectivas selecciones —los sub-21 españoles Fornals y Pedraza y los absolutos Funes Mori, Bacca y Toko Ekambi—, el ensayo de ayer se inició con la primera prueba para calibrar las opciones de relevo del lesionado Cáseres, con Manu Morlanes y Trigueros en la zona central de la medular, y con Raba y Layún en los costados. En la segunda parte llegaría el momento de Bruno —ocupó el puesto de Morlanes—, haciendo pareja con la última incorporación del equipo, Manuel Iturra, al que Calleja pudo ver en acción por primera vez, confirmando el chileno que está al 100% en lo físico y solo le falta coger los automatismos del resto del equipo.

LÓGICA PRECAUCIÓN / Bruno Soriano disputó los últimos 20 minutos del partidillo, evidenciando las lógicas precauciones de quien está todavía en proceso de readaptación tras el cúmulo de adversidades que le impidieron disfrutar de un solo minuto en la pasada campaña. Su primera aparición en un once reflejó que aún queda camino por recorrer: el ritmo competitivo y sobre todo un golpeo con potencia para el que el centrocampista todavía debe coger confianza. El regreso del capitán se va aclarando.