Dos nombres propios han dado este verano un plus de ilusión a la afición del Villarreal de cara a la próxima temporada. Uno es el de Santi Cazorla, cuyo regreso a la competición oficial con la camiseta amarilla tras un calvario que se ha prolongado casi dos años sería una de las noticias del año para la parroquia grogueta. La otra, como no, tiene a Bruno Soriano como protagonista, tras más de un año sin poder disfrutar del gran talento del capitán amarillo.

Los dos jugadores, parte de una generación única en la historia de la entidad amarilla, avanzan hacia sus objetivos. Santi Cazorla está dejando buenas sensaciones en los amistosos disputados hasta la fecha y todo apunta a un final feliz con un dorsal en el Villarreal 2018/2019; para Bruno, el reto de volver a manejar la sala de máquinas de la medular del Submarino queda un poco más lejos, pero ya no tanto.

INTENSO DOLOR

El Villarreal, que se ha mantenido en los últimos meses en el más estricto de los silencios sobre el estado físico de su capitán, dio ayer un poco de luz a la situación de Bruno Soriano, al que diversos problemas físicos le han ido retrasando en su recuperación desde que pasara por el quirófano en julio del pasado año. El último, un fuerte dolor en el pie izquierdo producto de «una complicación tras la operación de rodilla del pasado verano», aclaró la entidad amarilla poniendo nombre a la dolencia que se había convertido en un auténtico top secret. Las dudas de hace apenas unas semanas se han ido suavizando en los últimos días. El capitán ha enlazado cuatro días de trabajo en la Ciudad Deportiva, ya en contacto con el balón, dejando a un lado las largas sesiones con los recuperadores en el gimnasio que se han prolongado desde el final de la pasada campaña hasta ahora. Las previsiones son que a partir del próximo lunes Bruno vaya incrementando paulatinamente el ritmo de trabajo sobre el césped y que dentro de dos semanas su reincorporación al grupo sea ya una realidad, aunque «realizando solo parte del trabajo» con el resto de futbolistas que tiene a su disposición Javier Calleja.

EL SEGUNDO PASO

Después de ese primer objetivo todo quedará pendiente de las sensaciones del futbolista para determinar los plazos en los que el de Artana podría volver a disputar competición oficial con la camiseta amarilla, algo inédito desde que el 21 de mayo del 2017 Bruno Soriano jugara sus últimos minutos en Mestalla, en la victoria 1-3 ante el Valencia que certificó una plaza de Europa League.

A partir de entonces, el paso por el quirófano y las molestias físicas posteriores han convertido en un calvario el último año para el centrocampista, que se ha puesto en manos de los mejores especialistas en los últimos meses con el fin de intentar poner fin a sus problemas.

Con 34 años —los cumplió en junio—, Bruno empieza de cero para volver a ser el referente de un Submarino que ha bailado a su ritmo en la última década, un liderazgo que le valió ser considerado uno de los mejores mediocentros de la Liga y el poder vestir la camiseta de la selección española en una decena de ocasiones, incluida una presencia en la última Eurocopa, la del 2016. Tanto el capitán como Cazorla pelean al límite para volver a tener un papel principal en el fútbol español y convertirse en los fichajes estrella de la temporada.