Konrad Bukowiecki volvió a superarse y con un lanzamiento de 22,48 metros batió el récord del mundo júnior en peso en pista cubierta. Y lo hizo durante un control que tuvo lugar en su país, Polonia, demostrando que con 18 años tiene un gran futuro por delante.

El atleta del Playas de Castellón, con este nuevo logro, ya es el recordman en esta especialidad en esta categoría tanto al aire libre como en pista cubierta, puesto que hace unos meses, en septiembre, estableció también el mejor registro en outdoor en el transcurso del Meeting de Zagreb, con una estratosférica marca de 20,78 metros.

El joven lanzador polaco, que fue la figura del Playas de Castellón con sus victorias en peso y disco en la última Copa de Europa de clubs júnior, celebrada también el pasado septiembre en Estambul y que posibilitó el tercer título europeo para la entidad de la capital de la Plana, ha arrebatado el récord del mundo de peso en esta categoría al que en estos momentos es el mejor lanzador de la especialidad a nivel absoluto, el alemán David Storl, quien en el 2009 lanzó la bola de seis kilógramos hasta los de 22,35 metros.

MIRANDO A RÍO // Con el nuevo éxito conseguido, Bukowiecki sigue ampliando su palmarés, que pese a su juventud ya comienza a ser importante. El atleta polaco del Playas es el actual campeón de Europa y del Mundo en la categoría júnior y además ya ha tomado parte en el Mundial absoluto.

Y, sin duda, este lanzamiento demuestra que comienza el año en un extraordinario momento de forma, que tratará de mantener durante toda la temporada con el fin de conseguir sus dos grandes objetivos para este año, que son revalidar el título de campeón del Mundo júnior y estar en la gran final de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, a pesar de su juventud.

Y es que Bukowiecki ya tiene el billete para competir en la cita olímpica que se disputa en la localidad brasileña el próximo mes de agosto --será del 5 al 21--. Allí tendrá la oportunidad de codearse con los mejores lanzadores del planeta, entre los que se encuentra Storl, y demostrar que no le tiembla el pulso para firmar una brillante actuación. H