El equipo del San Fernando inicia la temporada con una sonrisa en los labios tras vencer de forma justa al Benicarló: fueron dos goles, pero pudieron ser más.

El Burriana se convirtió en dueño y señor del partido desde el pitido inicial, basando su superioridad en el centro del campo, donde tanto Pablo Picó como Berni se convirtieron en dos baluartes en la zona ancha.

El Benicarló salió al terreno de juego con una propuesta más conservadora, sin arriesgar en defensa y esperando un error contrario para aprovecharse. No fue así: durante los 90 minutos, el único argumento ofensivo de los del Baix Maestrat fue un disparo desde fuera del área.

El planteamiento visitante se rompió a los 20 minutos, cuando David Sáez adelanto a los burrianenses. A partir de ahí y, sobre todo, en la segunda mitad, el equipo de Adrián Ferrandis gozó de ocasiones suficientes para anotar el segundo y meter el partido en el congelador. Pero tampoco fue así. La entrada de Zapata en la recta final aumentó la mordiente del Burriana. No en vano, el propio Zapata gozó de varias ocasiones claras para anotar.

Al final, tanto fue el cántaro a la fuente, que el atacante pudo mojar. En el tiempo de prolongación, Zapata propulsó a un Burriana que apunta maneras. H