A cuartos de cabeza, que es lo mismo que decir con goles de Sergio Ramos. El central silenció las ruidosas gradas del estadio San Paolo con dos remates tras sendos saques de esquina, aunque el segundo dio en Mertens, que figura como el autor del tanto, según la UEFA. Todo eso acabó con el sufrimiento del equipo de Zinedine Zidane, encomendado una vez más a la BBC, lo que provocó el pánico en un partido que volvió a hacerse muy largo y que facilitó las acciones de un rival que se puso por delante y al que los tantos de Ramos frenaron en seco tras el descanso.

El Real Madrid volvió a pasar por todos los estados. Se instaló en el sufrimiento durante la primera mitad después de verse incapaz de ofrecer algo más que un rosario de errores. Encajó un gol y puso en peligro la eliminatoria tras el 3-1 de la ida y solo encontró salida tras el descanso en la cabeza de Sergio Ramos.

NI DIBUJO NI ACTITUD / Enfrente, fiel a su estilo, el Nápoles no tuvo problemas para meter atrás a un equipo hipotecado una vez más por la presencia de la BBC. Sin que ninguno de sus tres componentes presionara la salida del balón del conjunto italiano, el Madrid no tardó en verse desbordado por la presión de su rival. El equipo de Sarri se ajustaba mucho más a lo que había buscado en la pizarra que el de Zidane, apocado, sin vigor y sin el balón.

El técnico francés había apuntado que, más que el dibujo, importaba la actitud. Ni una cosa ni otra tuvo el Madrid en la primera mitad porque su trazo era tan grueso que no dejaba ver una vía a la esperanza. En cuanto a la actitud, Marcelo expresaba claramente cómo no se debe entrar en un partido. Su despiste llegó a ser casi grotesco. También el centro del campo se diluía sin apenas noticias de Modric. Sin ninguna ayuda de los de arriba, el Madrid comenzó a partirse, mientras que el Nápoles seguía a lo suyo, ayudado por la cadena de errores de la zaga rival. Ghoulam vio cómo Keylor Navas evitaba un gol olímpico y un disparo de Insigne.

El Madrid siguió ofuscado y viviendo alrededor de su área convertida en un abismo. Una combinación excelente entre Insigne, Hamsik y Mertens acabó en un disparo del jugador belga con la izquierda que batió a Navas (m. 24). A nadie extrañó que el equipo de Sarri se llevara el premio a su constancia. Menos aún a un Real Madrid que parecía vencido, pero que iba a encontrar aire en un remate de Cristiano Ronaldo al palo tras un recorte a Ghoulam y Reina (m. 29).

SUSTO Y REACCIÓN / De vuelta al desconcierto en el Madrid, Mertens también disparó al palo tras otro error de la defensa blanca, que consiguió llegar al descanso sin sufrir más daños. Sí los iba a provocar Sergio Ramos en el área italiana con una escena de sobra conocida. Saque de esquina de Kroos y cabezazo del central sevillano, que se apoyó en Albiol antes de enfriar el infierno de San Paolo (m. 51). Antes de que el Nápoles ser rearmara, la historia volvió a repetirse. De nuevo Kroos y otra vez cabezazo de Sergio Ramos, aunque esta vez el balón dio en Mertens (m. 57). Dos goles a balón parado que cambiaron el curso del encuentro y dieron vida a un Madrid muy irregular que en aún marcaría un último gol por medio de Morata para repetir el resultado del Bernabéu.

Tras el encuentro Zidane reconoció el «sufrimiento» en la primera parte y alabó la «reacción». «No siempre podemos jugar bien los 90 minutos. Tenemos que hacerlo mejor, pero hemos ganado y ya está», sentenció.