El hundimiento completamente inesperado del Barcelona, que después de 39 encuentros sin perder ha encadenado una serie de derrotas que le han dejado fuera de las semifinales de la Champions y ya sin ventaja al frente de la clasificación (únicamente por encima del Atlético por el golaveraje particular y apenas con un punto sobre el Real Madrid), ha reseteado la Liga a cinco jornadas del final. No solo eso, sino que ha despertado viejos fantasmas, ya olvidados, de títulos que se le escaparon de forma realmente dolorosa, como sería éste, después de haberse visto ya campeón muchas jornadas atrás.

La caída experimentada invita, pues, a trazar paralelismos con episodios semejantes del pasado azulgrana. No se ha consumado el desplome del equipo, sino que el rastro que está dejando en las últimas semanas evoca episodios de imborrable recuerdo, aunque el tiempo pervierte la memoria. El mito de la Liga de Quini (1981) no consistió en que al Barça se le escapara el título, sino que el secuestro del delantero frenó en seco la remontada del conjunto que entrenaba Helenio Herrera.

Algunas de las hecatombes ligueras del Barcelona llevan nombre propio. Un reduccionismo tan fácil como injusto. El Barça de Quini y HH estaba a seis puntos del Atlético (jornada 21) y se colocó a uno en la 24. Dos más tarde, tras el Barcelona-Hércules (6-0), un grupo de delincuentes aragoneses secuestró a Quini, pichichi de la competición. El equipo culé perdió tres encuentros y empató uno. Terminó quinto, a cuatro puntos de la Real Sociedad.

consuelo // Los donostiarras también arrebataron al Barcelona la siguiente Liga (1981/1982), siendo bautizada con el nombre de Udo Lattek, el entrenador de un equipo que tenía cinco puntos de ventaja (seis con el golaveraje) sobre la Real. El desplome de aquel equipo fue épico: solo sumó dos puntos de los 12 últimos (las victorias valían dos puntos), gracias a los empates frente al Athletic y el Betis, en el Camp Nou. El Barça solo ganó dos partidos de los últimos 10 de la temporada... y fueron de la Recopa de Europa: la del pase a la final y la del título contra el Standard de Lieja.

A los aficionados del Espanyol, que aquel curso venció en el derbi (1-3) y colaboró en la caída del vecino, les encanta aludir al Tamudazo para contar la Liga 2006/2007 que se le escapó al Barcelona. El segundo gol del delantero (2-2) en el último minuto, combinado con el empate del Real Madrid en Zaragoza (2-2), daba la iniciativa a los blancos en la penúltima jornada. Dos antes, sin embargo, el empate de Sobis en el Barcelona-Betis (1-1) propició la igualdad a puntos en la cabeza entre el culés y blancos, que se deshizo cuando entró en juego el golaveraje... para coronar al Madrid. H