El último parón de la Liga ha traído noticias importantes al Villarreal. Para el club, el orgullo de haberse convertido durante las dos últimas fechas FIFA en el principal suministrador de jugadores para la selección española absoluta, con las presencias de los veteranos Santi Cazorla y Raúl Albiol y los novatos Pau —el canterano aún tiene pendiente su estreno con la Roja— y Gerard Moreno.

También para Javier Calleja el último paréntesis competitivo ha tenido tintes positivos. Primero, porque los citados internacionales, a los que se suman Zambo Anguissa, Toko Ekambi y SamuChukwueze, se han reincorporado a la plantilla amarilla sin arrastrar ningún tipo de molestias derivadas de sus partidos de selecciones. Y, después, porque el regreso de Alberto Moreno al grupo ya es toda una realidad, adelantando notablemente los plazos iniciales de recuperación.

Sin embargo, para que la felicidad del entrenador del Submarino sea total todavía resta un detalle. Calleja espera con los brazos abiertos poder constatar el regreso de Bruno, primero, por supuesto, a la rutina del grupo, de la que lleva más de dos años fuera, y posteriormente que esa mejoría le permita poder volver a disputar partidos con la camiseta amarilla. «Es el único que falta en incorporarse, pero estoy convencido de que en breve estará ya con nosotros», apuntó ayer el madrileño. En principio, la hoja de ruta de los servicios médicos y del propio futbolista era que durante este mes de octubre el centrocampista pudiera ir introduciéndose poco a poco en los ejercicios con el resto de la plantilla, algo que todavía no se ha hecho realidad casi tres semanas después del inicio del mes.

Centrados en el fútbol

El de Artana será el único que no subirá hoy al autobús por lesión para afrontar el viaje a una Barcelona en pleno conflicto. «Es una pena llegar a estos extremos, pero lo hemos hablado en el vestuario y nuestra obligación es hablar solo de fútbol y abstraernos de lo demás», explicaba Calleja, reacio a profundizar en otros temas que no estuvieran relacionados con el partido de mañana, donde espera a un Espanyol «muy cambiado por su nuevo técnico» y a un Villarreal más competitivo que el que perdió estrepitosamente en la pasada Liga (3-1): «Estoy seguro de que no se va a parecer en nada el partido del año pasado a este».