Si alguna conclusión dejó la irregular pasada campaña esta fue la necesidad del Villarreal de reinventar su proyecto deportivo, por primera vez desde el último regreso a Primera muy lejos de la zona europea de la Liga. Si durante parte de la temporada hicieron acto de aparición las lagunas ofensivas, el hecho de no saber sellar su propia portería fue el peor defecto mostrado por el Submarino 2018/19. Calleja, en su regreso al banquillo, detectó rápidamente el problema. En su agenda anotó la gran prioridad para el siguiente ejercicio: volver a blindar la zona defensiva del equipo. Y eso pasaba por una limpieza general.

Dicho y hecho. La remodelación de la zaga grogueta fue uno de los principales puntos de acuerdo en las reuniones previas a la renovación entre el técnico y la cúpula deportiva del Villarreal, comandada por el consejero delegado Roig Negueroles, al que no le ha temblado el pulso a la hora de llevar una metamorfosis total en la zona de contención, incluyendo también la llegada de Zambo Anguissa, el que debe ser el encargado de equilibrar al Submarino.

NUEVOS PROTAGONISTAS

Hasta tal punto ha triunfado la revolución defensiva propugnada por Calleja que el próximo día 17, en el estreno de la Liga ante el Granada, el Villarreal puede presentar una defensa completamente nueva. El lateral derecho Rubén Peña es, quizás, el único de los cuatro zagueros nuevos en el equipo que despierta más dudas para comenzar de titular, durante buena parte de la pretemporada en readaptación tras pasar por quirófano en la recta final de la pasada temporada. Más claras parecen las presencias ante el Granada, si no hay contratiempos inesperados, de Alberto Moreno en la otra banda, y de Raúl Albiol como nuevo líder del eje de la zaga, el rol que justifica el fichaje de uno de los símbolos del Nápoles de los últimos años. Incluso Pau Francisco Torres aparece en las quinielas para formar tándem con el valenciano, aunque el canterano —repescado tras su cesión al Málaga— tiene una dura competencia con Funes Mori, el único central que se mantiene del pasado ejercicio tras las bajas de Bonera —que ha colgado las botas—, Álvaro González y Víctor Ruiz, que abrirán nuevas etapas en sus carreras en las ligas francesa y turca, respectivamente.

Puede que la revolución defensiva de Calleja todavía dé un paso más antes del 31 de agosto, fecha del cierre del mercado. Jaume Costa está en la rampa de salida y el club debe decidir si apuntala la línea de centrales con un cuarto futbolista que permita doblar puestos sin tener que recurrir a la solución de emergencia de Mario ni echar mano de un filial que cuenta con la proyección de los Castaño o el que fuera internacional marroquí sub-20 y sub-23 Sofian Chakla, puesto a prueba por Calleja en el amistoso de ayer.