Javi Calleja vuelve a vivir una situación atípica en su Villarreal, el equipo que le ha hecho dos veces profesional, primero como futbolista y luego como entrenador. El club al que siempre se refiere como su segunda familia. Hace casi año y medio atrás vivió un paréntesis en el banquillo de La Cerámica al ser destituido durante 50 días de sus funciones. Ahora lleva un tiempo similar, que será mayor, por esta crisis sanitaria provocada por un rival diferente al que se mide como técnico en los campos de fútbol. Desde la distancia, atiende la llamada de Mediterráneo y, como siempre, nunca elude pregunta alguna y demuestra que sabe comunicar bien el mensaje. Calleja repasa para la afición grogueta el Villarreal del confinamiento. Tiene ganas de fútbol… como todos.

--¿Es complicado adaptar los protocolos de una crisis sanitaria como esta al fútbol?

--En el deporte de equipo es difícil cambiar una serie de hábitos. La interacción en el vestuario, el día del partido… Es muy difícil mantener las distancias porque en un vestuario no se puede estar a menos de dos metros. Ahora estamos pendientes de lo que diga el Ministerio de Sanidad para organizar las sesiones.

--Ya existe un plan de desescalada y vuelta a los entrenamientos. ¿Han consultado con los clubs?

--LaLiga ha mantenido reuniones con los preparadores físicos para establecer los criterios de trabajo y la vuelta a los entrenamientos. Se han desarrollado tres fases para el regreso con un inicio de trabajo individual, otra por grupos y la tercera con el equipo al completo, pero si no hay fecha de inicio de LaLiga es difícil planificar el trabajo. Y luego está cómo eliges por grupos los jugadores para organizar las sesiones de entrenamiento. Es complicado planificar así, pero habrá que adaptarse a las circunstancias.

--Parece que los jugadores no están muy de acuerdo con el protocolo, ¿no es así?

--Los jugadores básicamente no están de acuerdo con las concentraciones. En el resto habrá opiniones, pero básicamente sí. Es cierto que existen aspectos que no están muy definidos. Resulta muy difícil porque es una situación nueva para todos.

--La asimilación de un momento como el que se vive ahora es complejo y planificar el entrenamiento en los hogares…

--Nos hemos adaptado como hemos podido a esta situación. Estamos trabajando el aspecto físico y José Romero es el encargado de que el jugador pierda lo menos posible su forma, pero también es cierto que cada uno vive en una casa con unas circunstancias a nivel individual.

--Durante este tiempo, ¿le ha dado una vuelta de tuerca a la capacidad de innovación en el teletrabajo aplicado al fútbol?

--Hemos hecho trabajo colectivo por videoconferencia, acondicionamos cada casa con material para el entrenamiento y mandamos vídeos con aspectos tácticos a los jugadores para que los vean en sus domicilios. Les tenemos informados de todo lo que está sucediendo. En fin, todo lo que podemos hacer en estas circunstancias se está haciendo. Sí, estamos innovando aunque el mensaje es el mismo, únicamente cambia la forma de llevarlo a distancia.

--Para un entrenador, no poder hablar con sus jugadores ¿es un inconveniente?

--Hablé con los capitanes y también hago llamadas individuales para mantener el contacto y les comunico todos los protocolos e información que nos llega al club. No es una situación cómoda para nadie, pero insisto, no podemos lamentarnos y hay que trabajar lo mejor posible.

--¿La mente es lo que más se desgasta en el confinamiento?

--Lo peor para el futbolista es el aspecto psicológico. No sabes cuándo terminará esta situación y te mantiene en tensión. Ahora lo importante es ser fuerte a nivel mental para no dejarte ir.

--Leyendo las noticias en los periódicos, con los números de muertes y contagios, ¿se hace difícil hablar de fútbol?

--En esta situación el fútbol queda en segundo plano. En mi opinión la respuesta de España está siendo estupenda y desde aquí mando mi pésame a todas las familias y mi gratitud a las personas que se juegan la vida exponiéndose al covid-19. Ellos son los héroes.

--¿También puede ser una válvula de escape ante tanta tristeza y negatividad?

--Sí, por otra parte, el fútbol les puede dar una esperanza de que esto acabará pronto, y la gente podrá tener una alegría y un entretenimiento desde sus casas. Mientras haya muertos y familias que sufren, el fútbol queda en segundo plano, pero también el deporte puede hacer que se olviden de este drama que vivimos, sirva para desconectar un poco de todo y puede ayudar, si Sanidad, que tiene la última palabra, lo autoriza, claro.

--Cuando vuelva el fútbol, ¿empieza una nueva Liga dentro del mismo campeonato?

--Será un nuevo torneo que empieza de cero, pero con unas puntuaciones adquiridas. Es una temporada reducida a 11 partidos con muchas cosas por decidir y sin margen de error.

--Jugar sin gente vendría a ser como una paella sin arroz. ¿Cómo lo ve usted?

--La ausencia de público es un daño colateral grande. La afición es la esencia de este deporte y sin ellos no es lo mismo, pero lo importante ahora es acabar LaLiga, porque peor es no hacerlo, y es inevitable terminar a puerta cerrada. El espectáculo pierde, pero ahora no hay otra alternativa. Estamos ante una situación nueva y no es el fútbol lo único que cambia, todo es distinto ahora mismo y debemos adaptarnos y esforzarnos para salir adelante.

--¿El final de campeonato rompe la igualdad de oportunidades al disputarse los partidos sin distinción entre local y visitante?

--Esta nueva circunstancia convierte todos los partidos en campo neutral, tanto dentro como fuera de casa, y es un tanto desigual para el transcurrir del campeonato, pues esto puede condicionar el juego y el resultado. Es otro efecto colateral. A cada uno le afectará de una manera.

--Es la segunda vez que tiene tiempo de pensar fuera de la competición. La primera, cuando estuvo 50 días lejos del banquillo tras su destitución, y ahora con esta crisis del covid-19. ¿Sirve para reflexionar?

--Sí, son casi dos meses parado. Es cierto que uno aprovecha para sus reflexiones. Hay un dicho que dice que «cuando el pescador no puede salir a pescar, utiliza su tiempo reparando sus redes». Estamos trabajando para pulir detalles y extraer el máximo rendimiento al equipo y que nos permita sacar el máximo número de puntos posibles. Desde fuera, y cuando visionas los partidos, lo ves desde otra perspectiva.

--¿El juego defensivo sigue siendo la cruz del Villarreal? ¿Medita cambios?

--Sí, se puede apuntalar el juego defensivo, pero no creo que volvamos a la defensa de cinco porque con cuatro nos ha ido bien. Si tenemos que mejorar algo es cómo defender en campo rival y ser mucho más intensos de mitad de campo hacia arriba. En el campo contrario el margen de mejora que tenemos es importante.

--¿Qué se debe cambiar entonces en el planteamiento?

--Tenemos que variar la mentalidad, aunque también está en consonancia con el perfil de jugador que tenemos, muy técnico y con características ofensivas.

--Pero haciendo solo el 50% bien… no es suficiente, ¿no?

--Atacar es solo la mitad del trabajo, la otra mitad es defender y es mas fácil mejorar en ese tema si cambias la mentalidad, eres competitivo y más completo porque capacidad goleadora y potencial ofensivo tenemos mucho. Eso lo hemos demostrado, porque sabemos construir bien el juego, pero sufrimos más cuando no tenemos el control y la pelota.

--¿Qué se espera de jugadores jóvenes como Samu Chukwueze y Ontiveros en el futuro?

--Samu y Ontiveros tienen que tomar protagonismo porque poseen mucho talento, son rápidos y buenos en el uno contra uno. Esperamos mucho de ellos.

--Un parón mucho más largo que el de un verano normal. ¿Cómo estarán los jugadores para competir en un mes?

--Habrá que ver de qué manera llegan y cómo se adaptan a nivel físico tras tanto tiempo sin la actividad habitual de competición.

--¿Espera un calendario comprimido en el regreso?

--Cada vez que pasan los días se comprimirá más y deberemos dosificar más a los jugadores para que no haya riesgo de lesiones. También hay que esperar a ver qué pasa con los filiales, si juegan o no fase de ascenso, contratos, etc... A lo mejor también hay que hacer más cambios en los partidos para que el rendimiento siga siendo alto. El Villarreal tiene plantilla suficiente y un buen filial. Lo manejaremos todo. Es importante tener mucho tacto a la hora de plantear los partidos.

--La última derrota ante el Leganés despertó críticas de un sector de la grada. ¿Qué piensa?

--Respeto la libertad de expresión de la gente. Es respetable que un grupo opine como quiera, pero yo he sido y soy socio del Villarreal, salí de su cantera y trabajo sin descanso por el bien del club. No discuto que hemos tenido altibajos, sobre todo ante rivales de la zona media-baja, porque no fuimos contundentes.

--Usted siempre ha contado con el apoyo del club…

--Dentro del club siempre me he sentido respaldado. No tengo quejas al respecto.

--A pesar de todo, este año ha sido más tranquilo, aunque también se ha reforzado mucho el plantel. ¿Europa es posible?

--La temporada pasada fue muy dura y en esta reestructuramos mucho la plantilla. Este año hemos rozado puestos de Champions y ahora somos octavos y quedan 33 puntos. Tenemos que tener regularidad y podemos alcanzar la zona europea. Desde luego, no renunciamos a ese objetivo en estos momentos.

--Las dos temporadas, la actual y la siguiente, se van a solapar en el tiempo. ¿Ya están planificando la próxima campaña?

--El club debe estar al día de todos los movimientos del mercado, analizar las posibilidades y la plantilla que tiene para poder fichar y anticiparse a muchos equipos. Siempre con la idea de mejorar, pero ahora lo principal es acabar la presente temporada.

--Parece que Bruno está muy cerca de volver. ¿Es así?

--Sería una de las mayores alegrías que me podría llevar y algo maravilloso por todo el trabajo que está haciendo, por resistir y no tirar nunca la toalla en todo este tiempo. Confío en su vuelta.

--Esta vez sí, ¿verdad?

--Hasta que no lo vea no quiero adelantar mi alegría, pero ya estaba a punto cuando LaLiga se paró por la pandemia. Como entrenador sería una gozada. Bruno me transmite que está bien y ahora lo veo mucho más cerca de volver a jugar. Ha sido una pena la suspensión porque yo creo que ya estaría jugando. A la vuelta al trabajo, cuando se produzca, creo que estará entrenando con el grupo como uno más.

--¿Bruno sí sería un refuerzo de lujo para su equipo?

--Es uno de los mejores jugadores de la historia del Villarreal. Sí, sería un gran fichaje.

--De un crack a otro. ¿Se queda Santi Cazorla?

--Con Santi voy hablando y quiere tomar la decisión de seguir o no a final de temporada. Su idea es continuar ayudando, y para ello necesita saber cómo se siente y cómo está para jugar porque él se hace la pregunta de si va a seguir rindiendo. Tanto el club como yo estaríamos encantados de que se quedase. La decisión depende de Cazorla, nosotros queremos que se quede y se cuenta con que así sea.

--El Villarreal tiene varios jugadores cedidos. ¿Volverán varios de ellos al club?

--Analizaremos cómo está cada uno y, si se alcanza un acuerdo con ellos en las negociaciones, pues podría ser. Al fin y al cabo son propiedad del Villarreal.

--Plantilla y cuerpo técnico han aceptado sin problemas el recorte salarial y el Villarreal no ha efectuado un ERTE como otros clubs. ¿Ha sido una decisión complicada?

--Estoy orgulloso de la unión y el consenso del grupo en la decisión de mirar por el bien del club y de los empleados para que no hubiera un ERTE. El Villarreal, los jugadores y el cuerpo técnico han hecho un esfuerzo por el bien común. Nos propusieron la situación y aceptamos para que no se tocara un euro de los empleados. Y no hubo ninguna queja. Eso dice mucho de este grupo.