Cuando Manu Calleja habló por última vez, lo hizo para congratularse por el 5-1 al Borriol, con el que iniciaba, en teoría, unas minivacaciones de cinco días en las que ha ido de sobresalto en sobresalto. Con su silencio, dio pie a la especulación sobre su postura en las denuncias de varios de sus jugadores sobre las penurias que están pasando, tras cinco meses sin cobrar, aunque el cántabro explicó ayer no solo su posicionamiento respecto a esta polémica, sino en relación también al vestuario.

«La semana ha sido convulsa, pero el equipo está centrado, pensando en competir y ganar, porque es un partido clave», introdujo Calleja para, acto seguido, explicar su rol en el conflicto: «Mi papel es hablar con los hechos y no con las palabras». «Creo que he tenido hechos que han demostrado mi compromiso con este club», reforzó. «La voluntad del vestuario hay que respetarla; yo solo puedo hacer que lo que el vestuario decide, que se cumpla», dijo, yendo más allá. «Hablar, en determinados momentos, sirve de poco o nada», profundizó.

CÓDIGO // Con todo, muchos le han vuelto a señalar como el malo de la película. «Mi trabajo consiste en respetar lo que decida el vestuario e intentar conseguir que el equipo gane. Mis códigos del fútbol dicen que lo que pasa del vestuario para adentro, es sagrado; eso lo respeto, no se trata de ser ni el bueno ni el malo de la historia», se pronunció.

Tiene ganas Calleja de hablar de fútbol, aunque la inmensa problemática que asola al Castellón amenaza con sepultar el extraordinario rendimiento del equipo. En ese sentido, Calleja tiene buenas noticias: «Lolo Ivars anda con problemas en los adductores y Joao tiene un esguince en un dedo, pero creo que van a llegar. Mañana [por hoy] será una convocatoria en la que prácticamente voy a tener toda la plantilla por vez primera».

El míster asegura que no ha hecho cábalas: «Quedan cuatro finales y hay que ganarlas. No he hecho cuentas, porque me distraería de lo inmediato. No puedes pensar en los resultados de otros partidos si nosotros no hacemos lo nuestro». Por último, aplaudió que viajen hoy para jugar mañana (11.30 horas) en Almoradí: «Estar el día de antes no te garantiza un buen resultado, pero sí que el equipo esté mas fresco y compita en mejores condiciones».