Derrota sin paliativos el pasado domingo ante el Mágala. Javier Calleja no escondía su frustración, no solo por perder frente al colista, sino por la forma en la que lo hizo el Villarreal, prácticamente sin tener opciones de crear peligro ante el farolillo rojo.

«Puedes perder contra cualquier rival, pero cuando uno no lo da todo o no es el mismo…», comenzaba el entrenador madrileño su intervención en la sala de prensa de La Rosaleda, todavía sin encontrar razones al pobre encuentro de los suyos. «Es algo incomprensible, porque el planteamiento ha sido para tener el balón, llevar la iniciativa, jugar en el campo contrario -añadió-, pero nos hemos equivocado mucho en los demarques, en la toma de decisiones...», profundizó antes de ser elocuente a más no poder: «Hay poco en el partido que se pueda destacar en positivo».

«No encuentro una explicación, la imagen que hemos dado sobre el césped no ha sido buena», seguía Calleja dándole vueltas a la derrota, después de que, según matizó, los amarillos venían «de dos semanas de trabajo buenísimas». El técnico tardó en salir del vestuario, en una primera toma de contacto con su plantilla, intentando hallar respuestas a la mala tarde en Málaga.

«Veníamos de dos partidos muy buenos, lo que nos habíamos puesto en una situación muy positiva en el quinto puesto, pudiéndonos distanciar del Girona, el Sevilla, de los equipos que venían desde atrás..», contextualizó Calleja, que no dudó en afirmar que «el equipo no ha tenido ambición».

A expensas del Getafe-Betis de esta noche, lo cierto es que los amarillos podían haber sacado una buena tajada de los empates de Sevilla, Girona, Celta o Eibar pero malogró una ocasión de oro para haber encarrilado una nueva clasificación para Europa. «Espero que no nos lamentemos de haber dejado escapar esta oportunidad», aseveró.

SIN PAÑOS CALIENTES // Visiblemente enfadado, Calleja subrayó: «Sí, como partido es el peor desde que llevamos aquí, con mucha diferencia. «Hemos perdido otros partidos pero salimos con la cabeza alta, pero lo peor de todo es que no hemos sido el Villarreal que teníamos que ser, no hemos sido nosotros mismos, nos hemos dejado llevar...», enumeró. «Si metemos todo en una coctelera, sientes rabia, impotencia…», concluyó el madrileño.