El CD Castellón está viviendo un auténtico calvario para poder entrenar en condiciones como cualquier equipo del fútbol profesional. Solo el Rayo Majadahonda sufre una situación similar en Segunda A a la del club albinegro. Un serio inconveniente que está afectando al técnico, Óscar Cano, en su trabajo diario y que supone un verdadero hándicap para un club profesional como el Castellón.

A diario los jugadores tienen que desplazarse más de 70 kilómetros para ejercitarse en las instalaciones de El Saler de València. Esto supone un trayecto de más de horas entre ida y vuelta, pero a la vez un gasto para las arcas del club, ademas del traslado de toda la infraestructura para la preparación de las sesiones de trabajo.

El director general del Castellón, Jordi Bruixola, lleva realizando gestiones para encontrar una solución a este grave problema desde hace meses, intensificadas con al ascenso a Segunda A. De esa forma, el club ha intentado el alquiler de la Ciudad Deportiva Facsa sin éxito, porque la larga serie de incumplimientos y falsas promesas de la era Cruz han pesado para que no se alcanzará un acuerdo.

El presidente es consciente de que el futuro del Castellón pasa por la construcción de una ciudad deportiva en diferentes fases, tanto para ser utilizada por el primer equipo como por el fútbol base, pero el club no posee ahora mismo recursos económicos y necesitaría consolidarse en el fútbol profesional para generarlos. Y tampoco ha encontrado la colaboración necesaria que la entidad más representativa de la capital necesita.

Por ello, la solución de urgencia para ofrecer a Óscar Cano un campo en condiciones para que pueda trabajar ha sido la mejora, por parte del club, de los campos de Marina d’Or, que ha puesto sus instalaciones al servicio del Castellón. A partir de la próxima semana, los jugadores entrenarán en Orpesa y terminarán de esa forma su peregrinación a El Saler, que por otra parte ofrecía una magnífica instalación al CD Castellón.