Cinco finales de la Europa League en 10 años, cuatro títulos, seis finales de varios torneos en dos años, dos finales en una semana. El presente del Sevilla FC está plagado de citas históricas como la que va a vivir el equipo andaluz y su afición, una vez más, esta noche (20.45 horas, Bein Sports) en Basilea.

Son muchas finales, muchos títulos afortunadamente para un equipo como el Sevilla, muchas citas históricas, y cada una especial, empezando por la de hoy, en la que el conjunto de Unai Emery se enfrenta a leyendas, mitos y mucha historia, además de un gran equipo de fútbol, el Liverpool. Es una lucha de poder, una pelea por el reinado perpetuo de esta competición que ya tiene al Sevilla como su máximo exponente tras batir todos sus récords.

El Sevilla vive, pues, una final más de la Europa League, pero también una final distinta y especial. Por rival, el Liverpool, pero también porque esta semana tiene dos finales, la segunda la del Barça en la Copa del Rey, también porque un nuevo título puede significar hacer lo que nadie en la historia ha hecho antes, ni siquiera el Sevilla, ganar tres títulos de este torneo de forma consecutiva. Sus cuatro títulos los puede igualar el Liverpool, pero el equipo de Emery quiere aventajar en dos copas a todos sus perseguidores, el mismo Liverpool, el Inter de Milán y la Juventus.

Llega el conjunto andaluz a esta final después de una temporada intensa y larga, que comenzó en la Champions, precisamente gracias a su título en Varsovia. Y tiene la oportunidad de cerrarla con un broche de oro.

Para ello, tiene que sacar adelante su partido número 62 de la temporada (el 63 será la final de la Copa ante el Barça). Precisamente ante un Liverpool que también acabará la temporada con esos partidos oficiales, 63.

Emery confía en los goles de Gameiro y la magia de Banega para doblegar a los reds y lograr el pase a la Champions. Y eso se ha notado en el Sevilla en algunos aspectos. Sobre todo en las últimas lesiones de gravedad que han mermado su potencial. Krohn Dehli y Tremoulinas dijeron adiós a la temporada. Y enfrente tendrá al Liverpool del histriónico Klopp, que no se ha clasificado para Europa y la final de Basilea es su única salvación. H