No hubo en La Rosaleda reedición de los hundimientos de 1992 y 1993 en Tenerife y el Real Madrid pudo levantar al fin un título de Liga al cabo de cinco años. Cristiano Ronaldo lanzó al equipo blanco hacia su 33º campeonato con un gol en el minuto dos y el conjunto madridista no se distrajo después para dejar lugar a que peligrase en algún momento la consecución del gran objetivo de la temporada. Un logro que da paso ahora a un propósito mucho mayor, el de alcanzar el doblete con la Liga de Campeones, algo que el Madrid no consigue desde 1958.

«Para el Madrid era muy importante y había que volver con esta Liga», dijo sobre el mismo césped Zidenine Zidane, que admitió que el título liguero era el gran objetivo de la temporada, pero que ahora no quiere detenerse y aspira a sumar su segunda Champions en apenas año y medio como entrenador blanco. No volverá a dar largas y a sembrar nuevas dudas sobre su continuidad.

Florentino Pérez no las debe tener si piensa como Emilio Butragueño y casi todo el mundo en el club, que la gestión de los recursos por parte del técnico francés ha sido impecable. «Hemos demostrado que este año hemos sido los mejores. Dudas sí que han existido, pero por encima de todo hemos mantenido la calma y hemos jugado cada partido como si fuera el último, con la misma intensidad y concentración», señaló el capitán, Sergio Ramos.

Una meta a la que el Madrid llegó finalmente después de que Ronaldo se encargó de serenar su ánimo y el de sus compañeros con un gol en su primer remate a puerta. Fue la culminación de un ataque propiciado por un grave error del central Luis Hernández, quien regaló el balón a Isco para que este asistiera con un pase exquisito con el exterior al portugués, que marcó a puerta vacía tras recortar a Kameni.

ENCARRILADO // No había mejor manera de evitar entrar en una dinámica peligrosa ante las incomodidades que prometía causar el Málaga, con una presión muy alta e intensa, y entre los dos hombres más en forma del cuadro blanco en esta recta final del campeonato despejaron muchísimo el tramo final del camino hacia el título de Liga. Un inicio de partido soñado que precedió a una fase de control absoluto. Pese a ello, Sandro dio un primer aviso a Navas y obligó al costarricense a jugarse el físico en el paradón con el que respondió a un gran lanzamiento de falta del exazulgrana. Kameni evitó que el Madrid despegara definitivamente con sendas paradas a Ronaldo y Kroos antes de que el Málaga volviera a apretar arriba. Hasta que Benzema echó el cerrojo al título con el definitivo 0-2.