Quizá no estuvo a la altura de La Rosaleda, en aquella agónica eliminatoria frente al Atlético Malagueño de junio del 2016 que el Castellón sacó adelante con la exhibición del valenciano, tocado por la varita mágica de los ángeles en aquella calurosa mañana de junio en la Costa del Sol, pero Álvaro Campos volvió a dejar su sello con otra actuación que será recordada durante mucho tiempo por el albinegrismo. Por el escenario, el rival (líder y máximo realizador del grupo), eficacia y esa parada con la que, mediado el segundo tiempo, respondió al cabezazo a quemarropa de Simón Moreno que abortó en la misma raya de gol para que los orelluts sumaran un punto que avala su metamorfosis.

SE QUITA LAS MEDALLAS // Si el Villarreal B-Castellón acabó como empezó -entre medias, 90 y tantos minutos de buen juego, sana rivalidad en un campo lleno...-, la mayor parte de responsabilidad recae en Campos. «Lo he dicho siempre: los equipos tienen portero para parar, delanteros para marcar, medios para jugar y centrales para defender», introdujo. «Siempre intentamos [los guardametas] pararlas todas; hoy [por el sábado] ha podido ser, así que estoy contento por haber aportado al equipo», reseñó Campos.

El Castellón, pese a su delicada situación clasificatoria, es el cuarto equipo menos goleado, lo que coloca al de Mislata en la lucha por el zamora del grupo III (19 tantos en 22 jornadas: 0,86 de promedio), aunque el líder es el herculano Ismael Falcón (0,68, puesto que ha encajado 15).

«Hemos venido a casa del líder. Ellos tienen un bagaje ofensivo brutal, con gente arriba muy rápida, aunque hemos defendido muy bien casi todas las opciones», ponderó Campos, que no se olvidaba, aún por abandonar la Ciudad Deportiva Miralcamp. el arreón final del Castellón: «Hemos tenido para meter [gol], pero no han entrado». Como en esa ocasión de Rafa Gálvez que, en el área pequeña, buscó sin encontrar a David Cubillas. O, sobre todo, la de Rubén Díez, después de la pared con el 9, que el debutante, incomprensiblemente, fuera de los tres palos del arco defendido por Diego Fuoli.

«Hay que seguir así, porque el equipo está bien, jugando y siendo feliz en el campo, algo que se está notando», valoró Campos, ya en clave colectiva. «Tengo mucha confianza. El equipo está cada vez mejor, cree en lo que hace cada día más, lo veo motivado y muy bien», profundizó. «Estamos muy a gusto, con o sin balón, haciendo las cosas muy bien», resumió el guardameta.

CUESTIÓN DE CONFIANZA // «El míster ha dado confianza a muchos jugadores. Los ha recuperado, y la gente cree en sí misma. Estamos trabajando bien, con la confianza de que el equipo puede ganar cualquier partido», recalcó el cancerbero, quien ponderó que «jugando contra el líder hemos estado a punto de ganarle, no he visto su superioridad». «Es un punto bueno», dijo sobre la decimotercera igualada.