Entonó el mea culpa, aunque lo hizo extensivo a los futbolistas. Cuando ganan, ganan todos y cuando se pierde, pues lo mismo. Óscar Cano no ocultó el flojo encuentro de los suyos, en especial la segunda mitad, donde el Castellón fue claramente superado por el Teruel y le igualó a uno.

Lo primero de todo, se culpó del planteamiento: «Es una cuestión de concepto. Si tuviese que sintetizar mi responsabilidad en la toma de decisiones, espero que no se me vuelva a ocurrir lo que he hecho en este partido»

«El partido estaba preparado para presionar muy alto en la primera parte. Eso lo hemos conseguido y fruto de ello hemos encontrado huecos y ocasiones, plantándonos ante el portero, y hemos sacado ventaja con un gol. Lo sucedido en la primera parte era el que pretendíamos», explicó, añadiendo que «las sensaciones del primer acto no eran malas, pese a no haber tenido tanto el balón», ya que habían preparado el partido «para tener menos la pelota y generar peligro a la contra», prosiguió el míster.

«SEGUNDA PARTE INVIABLE» / Pero «en la segunda parte la cosa cambió». «En 21 años como entrenador nunca había visto que un equipo mío no controlara lo que hace. No nos salía nada y lo que pretendía el equipo era inviable», expresó abiertamente.

Incluso fue más allá, reconociendo los errores de su conjunto: «Hemos corrido como pollos sin cabeza. Creo que ha sido un error conceptual del equipo, ya que no hemos sabido controlar la situación y mantener la pelota».

«El partido se convirtió en un correcalles y en eso no nos va bien», esbozó, añadiendo que «el equipo se ha parecido al de las 16 ó 17 primeras jornadas, haciendo cada uno la guerra por su cuenta y sin generar ni juego ni ocasiones», volvió a enfatizar.

E insistió en que jugando como estaban jugando, «era imposible ganar». «Necesitamos controlar más los encuentros. A carreras es muy difícil ganar los partidos. Aunque llevándonos el fútbol a las ocasiones, al descanso podríamos poder irnos ganando 2-0», comentó para acto seguido ser rotundamente sentenciador: «No es excusa. Sinceramente, para mí hemos hecho un partido desastroso. Hemos querido jugar al golpeo y eso no nos funciona».

NO LE VOLVERÁ A PASAR / Por último, dijo una frase lapidaria: «Conclusión, mientras siga entrenando a cualquier equipo, nunca volveré a poner un once tan inconexo, ni plantearé un partido para no tener el balón».

Y quiso ver un aspecto a valorar. «Me quedo con lo positivo, por lo mucho que han corrido y se han sacrificado mis futbolistas. El jugador se ha implicado y se ha vaciado, aunque debo reconocer que el equipo ha sido un desorden en su global».