El CD Castellón afronta el tramo decisivo de la temporada con la necesidad de escapar de los puestos de descenso y evitar así una pérdida de categoría que supondría un revés para el proyecto de José Miguel Garrido. Los orelluts no han sabido adaptarse a la competición pese a configurar una plantilla ambiciosa y con mimbres suficientes para no sufrir, con futbolistas con experiencia en el fútbol profesional y jóvenes apuestas con mucho potencial. Sin embargo, ninguno de los sub-23 (la Federación permite hasta seis fichas) se ha hecho indiscutible para Óscar Cano.

En verano llegaron Jesús López, Rubén García y Kilian, mientras que en el mercado de invierno se incorporaron Elián Guillén, Samu Adéníran y Julio Delgado. De todos ellos, únicamente el extremo gallego está entrando en los planes del técnico andaluz y con un papel secundario —suele ser el revulsivo en las segundas partes—.

Situación de la que se ha visto beneficiado el canterano Pablo Roig. El grauero debutó en la primera jornada ante el Atlético Baleares con Escobar y desapareció hasta la llegada de Cano.

El granadino apostó por él en la victoria ante el Conquense y desde entonces lo ha seguido haciendo hasta que su lesión ante el Espanyol B lo ha apartado del equipo. La personalidad para dominar la medular y el buen trato con el balón han sido las claves para que el míster tenga fe en él y sea uno más de la primera plantilla, pese a que arrancó el curso como futbolista del amateur.

EL ESQUEMA NO AYUDA

El sistema de juego de Cano, poblado de centrocampistas y con Muguruza reconvertido a carrilero diestro, ha condicionado en que hombres importantes durante la etapa de Escobar y Guti hayan perdido protagonismo y apenas dispongan de minutos. Es el caso del lateral ilicitano Rubén García, que ha pasado de indiscutible a quedarse fuera de varias convocatorias, o el de Kilian, que comenzó como titular para el técnico, pero cuenta con un papel secundario desde hace ya varias jornadas.

Los fichajes de invierno tampoco han terminado de convencer a Cano y tan solo Julio Delgado ha contado con oportunidades, habiendo disputado cuatro partidos. El caso más curiosos es el del central venezolano Elián Guillén, que un mes después de su fichaje todavía no ha recibido el transfer y no ha podido debutar. Tampoco lo ha hecho Samu Adéníran, aunque por decisión técnica. Llega la hora de la verdad y el Castellón se encomienda a la experiencia de los más veteranos.