Compás de espera en el Castellón. Resuelta con suspense su permanencia en Segunda B, ahora se trata de decidir quién lo gobierna la temporada que viene, si continúa José Miguel Garrido al frente o si el grupo de Vicente Montesinos encuentra financiación para hacer frente a una millonada para recuperar el control y la gestión de la entidad.

En esas, cuerpo técnico y plantilla ya han comenzado las vacaciones con incertidumbre, más allá de conocer las renovaciones de Marc Castells, David Cubillas, Pablo Roig y Álex Ligero, en las que ambos grupos, irreconciliables, sí están de acuerdo. Ni siquiera está clara la continuidad de Óscar Cano, renovado cuando el Castellón aún estaba lejos de la salvación y que alimenta las dudas, mientras esgrime grandes ofertas deportivas y económicas y, a la vez, lanza un mensaje público al que todavía en su jefe: quiere también más poder.

El domingo, tras certificar la salvación --antes de la angustiosa incertidumbre provocada por la denuncia del Teruel--, el andaluz sorprendía con un discurso que iba más allá de esa celebración. «Si deciden que sigo como entrenador, las cosas se van a hacer mucho más a mi gusto», esgrimió. Toda una declaración de intenciones sobre un mayor poder de decisión a la hora de dar el visto bueno a quién se queda y quien se va; y quién viene y quién no. «El técnico tiene una responsabilidad, entrenar a unos jugadores, porque antes tiene otra responsabilidad a la hora de decidir a quién va a entrenar», dijo.

MAYOR RESPONSABILIDAD // Así, aunque Cano ya tuvo voz y voto en la reconfiguración de la plantilla en el mercado de invierno (llegaron seis jugadores reales, más otros dos de relleno), ahora pretende ganar mucho más peso, lo que puede provocar fricciones con el máximo accionista del club... y el máximo responsable también de la parcela deportiva, toda vez que prescindió del escudo del director deportivo, Juan Guerrero, ahora relegado.

No en vano, el empresario madrileño afincado en Londres figura al frente de Only One Way, empresa de actividades de intermediación en operaciones con valores y otros activos, representada en el accionariado del Castellón y al frente de la mayoría de operaciones, en forma de fichajes, de la entidad albinegra.

Por lo tanto, otro frente, que parecía asegurado (la continuidad de Cano), que los acontecimientos y los protagonistas se empeñan en cuestionar.