«Hay que ir poco a poco. Queremos que su evolución sea natural. Tiene talento, mucho; lo tiene todo para llegar lejos, pero debemos ser prudentes y pacientes», decía Juan Carlos Ferrero, en el pasado Roland Garros a EL PERIÓDICO, un día antes de que Carlos Alcaraz debutara en el torneo júnior. El campeón de Roland Garros del 2003 y exnúmero 1 hacía unos meses que había empezado a trabajar con el joven murciano en su academia Equelite Sport Academy en Villena (Alicante) y estaba en París para aportarle su experiencia, junto a su entrenador Kiko Navarro.

Alcaraz era uno de los favoritos al título pero cayó en la primera ronda. Un duro golpe. Acaba de cumplir los 16 años (5 de marzo del 2003, El Palmar) y las expectativas que había en su entorno le pasaron factura. Nueve meses después, en Río de Janeiro, el tenista murciano ha logrado ganar su primer partido en un torneo ATP derrotando a Albert Ramos (41º mundial) tras una durísima batalla de más de tres horas (7-6, 4-6, 7-6).

Una victoria que le convierte en el jugador español más joven en ganar un partido en el circuito después de Rafael Nadal que lo logró con 15 años, en el torneo de Mallorca. Y las comparaciones con el campeón mallorquín, que ya se hacían cuando Alcaraz iba quemando etapas y sumando títulos en las categorías inferiores, como cuando se proclamó campeón de Europa cadete, ganó la Copa Davis júnior con España o sumó su primer punto ATP a los 14 años, han resurgido ahora con su actuación en Río de Janeiro, donde jugó gracias a una invitación del torneo, controlado por IMG, la empresa que, de la mano de Albert Molina, dirige su carrera.

SE BUSCA A LA 'NEX GEN' ESPAÑOLA

Nadal y la generación que ha convivido con el mallorquín ya ha superado la treintena y se avecina un cambio de guardia. Se busca la 'nex gen' española y en esa lista de aspirantes están Alejandro Davidovich (20 años, 93º mundial), Jaume Munar (22 años, 99º), Pedro Martínez (22 años, 133º), Carlos Taberner (22 años, 176º) o Nicola Khun (19 años, 244º).

Alcaraz (313º mundial, el próximo lunes), se ha ganado su puesto también. No solo eso. Los técnicos dicen que es el más preparado para el gran salto. «Tiene solo 16 años y está empezando. Su nivel tenístico es muy bueno y cada día mejora físicamente. Puede estar arriba en dos o tres años pero es difícil predecir su techo. Hay que dejarle trabajar y que queme etapas», decía Ferrero.

Un día después de su victoria ante Ramos, Alcaraz perdió en octavos ante el argentino Federico Coria (116º mundial pero la aventura solo ha empezado y él es consciente y humilde: «Vine a Río a aprender y disfrutar». Aunque eso no le impedía mostrar también su ambición. «Soy agresivo en la pista y busco los tiros ganadores, mi estilo es más parecido al de Federer, subiendo a la red y haciendo dejadas», decía seguro advirtiendo de que cuando entra en una pista «es para ganar, juegue quien juegue».

SER NÚMERO UNO

Alcaraz tiene claro que juega al tenis para llegar al máximo. «Quiero ser número 1», les decía a sus padres, Carlos y Virginia Garfia, y a sus tres hermanos, desde pequeño. A los 3 años empezó a jugar viendo como su padre, director de la escuela de tenis del Club de Campo de Murcia, entrenaba a su hermano Álvaro, cuatro años mayor. «Vimos pronto que tenía una habilidad natural. Nos observaba y era capaz de copiar nuestros movimientos. Tenía algo», explicó el padre en un reportaje de televisión.

«Carlos tiene desparpajo en la pista, velocidad de bola, buenos tiros de derecha y revés, saca bien y cierra muchos puntos en la red o con golpes ganadores», destaca Ferrero. Su futuro es prometedor. La próxima oportunidad en un gran torneo podría ser en el Masters 1.000 de Miami, gracias también a la invitación de IMG. Mientras deberá seguir progresando en pequeños torneos donde este año ha ganado los dos Challenger 125 disputados en Manacor, en la academia de Nadal. ¿Una premonición?