La última locura de Sergio Ramos le salió muy cara a España. La peculiar historia del central del Madrid con los penaltis vivió otro episodio en Burdeos. Le encanta al capitán español asumir el protagonismo sin importarle demasiado las consecuencias. Para bien o para mal, siempre lo ha hecho y ayer volvió a suceder contra Croacia. Salió cruz.

El árbitro echó una mano a España con un generoso penalti que permitía encarrilar la faena y acabar primera, en la parte más sencilla del cuadro. Cesc se fue a por el balón (en principio él es el primer lanzador junto a Silva), pero Ramos no tardó en llegar. Lo hablaron y el jugador del Chelsea le cedió el balón. Se abrazaron y Ramos falló. El mete Subasic se adelantó dos metros, pero ya no hubo ni una concesión más.

Cuando se cumplen 40 años del mítico penalti de Panenka, más de uno pensaba que el capitán español le haría un homenaje. Tiró por el centro también, pero lo hizo tan mal que no tuvo demasiados problemas el portero croata para repeler el tiro. “Ha sido un partido raro, hemos perdonado. Pude adelantar al equipo, pero no fue así. Es una pena”, dijo el defensa, conocedor de las consecuencias de la derrota, que obliga a jugar los octavos ante Italia y en cuartos contra Alemania. “Nos toca bailar ahora con los favoritos. Para ser campeón hay que bailar con los mejores”.

No tuvo Ramos la misma fortuna que en la anterior Eurocopa, cuando un penalti al estilo Panenka ante Portugal metió a España en la final de Viena y envió a la calle a Cristiano Ronaldo. Dos meses antes de esa heroica decisión, falló en la tanda decisiva contra el Bayern y dejó a Mourinho sin la Décima. Aquel lanzamiento volvió ayer a la memoria de muchos aficionados.

LA EXPLICACIÓN DEL TÉCNICO // “Los penaltis son una cuestión de confianza, yo no soy el que decide si los tira fulano o mengano. Lo tira el que mejor se encuentra”, reflexionó Del Bosque. En su etapa en la Roja, se han fallado 13 de los 29 penaltis lanzados, el 45%, un dato preocupante. El técnico lamentó la derrota y el cambio de panorama. “No hemos logrado el objetivo que teníamos, que era quedar primeros. Nos hemos llevado un disgusto pero no estamos eliminados. Hay que mirar hacia adelante”.

Ramos recibió después del triunfo ante Turquía la visita de Pilar Rubio y su hijo mayor, con quien grabó un vídeo en el que el central ensayaba penaltis con el crío. Ante Croacia tuvo la ocasión de poner por delante a la selección, pero erró y los balcánicos aprovecharon su ocasión para hundir a la Roja y llevar el delirio a una grada entrada. En la Eurocopa de los disturbios y la violencia, hubo al menos una tregua en Burdeos. Había miedo a los ultras de la Torcida Split, que habían difundido un plan estratégico para reventar el partido. Al final, no pasó nada raro. Salvo el penalti de Ramos. H