La marchadora olímpica del Playas de Castellón Julia Takacs, bronce en los 50 km marcha en el Europeo de Berlín 2018, vivió ayer una desagradable experiencia cuando un entrenamiento rutinario se convirtió en acoso.

En Twitter denunció lo ocurrido unas horas después. «Por primera vez me he visto obligada a huir corriendo, literalmente, del sitio en el que suelo entrenar porque un tío insinuó que me subiera a su coche y no paraba de dar vueltas por allí», resumió. La atleta explicó a este rotativo que los hechos ocurrieron sobre las 7.00 horas, cuando se disponía a entrenar como de costumbre en la zona universitaria de Málaga, muy utilizada por atletas y ciclistas, pero donde a esas horas no había nadie: «Acababa de aparcar y me disponía a empezar a correr cuando apareció un coche, tocó el claxon y se quedó en la zona». Takacs no le dio importancia. «A veces piensas mal y no es nada, o es un gracioso, incluso podía ser que me conociese», puntualiza. Pero tuvo que pasar por delante del coche «ya que estaba en el camino a la zona de entrenamiento», y entonces el conductor le hizo «señas para que subiera a su coche». «No le hice caso y se fue, pero al momento volvió y empezó a dar vueltas por allí, así que me empecé a asustar», añade.

La atleta acabó optando por dirigirse a una zona próxima de urbanizaciones más poblada y solo cuando se cercioró de que el vehículo había abandonado el lugar pudo retomar su entrenamiento habitual con toda normalidad.

Takacs explica que incluso se planteó denunciar lo ocurrido no por ella «sino para evitar problemas a otras mujeres porque no sabes lo que le pasaba por la cabeza a este hombre», pero se encuentra con la dificultad de no saber la matrícula del vehículo.

La atleta también manifiesta que «es una lástima que las mujeres tengan que sentir miedo en ocasiones por algo así, los hombres no tienen que pensar a qué hora o por dónde pueden entrenar sin temor a que pueda ocurrirles algo», destaca.