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No entiendo de política, no me gusta. Evidentemente, intento estar al día de todo lo relacionado con esta materia, ya que creo que es deber de cualquier ciudadano fiscalizar lo que hacen los políticos por y para el bien de la sociedad.

A partir de ahí, no entiendo cómo se puede utilizar el deporte, y encima el popular, como arma arrojadiza para batallas entre partidos o lucha de egos. Ni entro ni salgo en quién tiene o no razón, pero no me entra en la cabeza las dos repentinas suspensiones de las pruebas de BTT (bicicletas todo terreno) Gegant de Pedra y Penyagolosa-Xodos, esta última nueva, pero la anterior con seis ediciones celebradas.

Y ahí es donde voy. ¿Hace seis años no existía la normativa a la que ahora Medioambiente se ha querido acoger? ¿Por qué ahora no? ¿Por qué minar una modalidad cada vez más arraigada y con muchísimas licencias federativas, que a su vez sirve para reactivar la economía de muchas zonas del interior? Sí, también hay negocio detrás, pero igual que en un supermercado, una panadería o que a mí me paguen por escribir. Lo normal es que quien ofrezca un servicio cobre por ello.

En el caso que en los últimos diez días ha generado la polémica entre Conselleria y los organizadores de las carreras, todo radica en los llamados PORN (Plan de Ordenación de Recursos Naturales): hasta la fecha se ha aplicado uno del 2008, que permite transitar por sendas; y ahora se quiere aplicar el del Penyagolosa, de 2006, que es el que dejaría a bikers, clubs, organizadores, bares, restaurantes, hoteles y casas rurales de las zonas afectadas sin una importante fuente de diversión e ingresos.

En las próximas semanas seguiremos contando las evoluciones de este caso, que parece más una guerra de guerrillas que otra cosa. Sin ánimo de ofender.

Motor activo de la economía

Aunque no suelo meterme donde no me llaman, me gustaría invitar a que quienes toman decisiones —me da igual que si es en València o desde un despacho— a que se pasen un fin de semana por alguna de las poblaciones del interior en las que se celebra una prueba BTT o una carrera de montaña... e incluso una conjunta.

Precisamente estuve todo este fin de semana, hasta ayer por la tarde —tocaba currar—, disfrutando en la localidad de Forcall (comarca de Els Ports) del Trail Socarrats 2018, una competición conjunta que aglutina dos carreras de BTT en sábado y dos de trail de montaña el domingo, y que este año cumplía su segunda edición.

El Club Esportiu Xafa-Roques, una entidad humilde de 60 socios de allí de Forcall, se volcó con una prueba que convirtió dicha localidad en un hervidero de gente durante todo el fin de semana. Los hoteles, hostales y casas rurales repletas desde el viernes, en la mayoría de restaurantes o bares era difícil conseguir mesa, y desde el sábado por la mañana, la Plaça Major repleta de gente y las terrazas de sus bares a reventar, con las cervezas y los carajillos como denominador común. Por no hablar de las colas en la panadería y la carnicería.

Y les digo de buena tinta que el runner, el biker y los organizadores de cualquier prueba son escrupulosamente respetuosos con el medioambiente. Si hiciéramos lo contrario, los deportistas amateurs, sería como chafarnos nuestra propia manguera.

En fin, opiniones habrá para todos los gustos. Esta es la mía. Tan respetable como la suya. Reflexionen y saquen conclusiones.