El Real Madrid mantiene su racha sin perder, que alcanza 17 partidos tras un duelo exigente ante el Sevilla que obligó a Zidane a buscar soluciones que no cambiaron la racha sin gol de sus delanteros, con Casemiro saliendo al rescate con un doblete decisivo y la recuperación para el grupo de Lucas Vázquez y Vinicius.

El primer doblete de Casemiro con el Real Madrid fue decisivo. El centrocampista brasileño amplió su repertorio por la necesidad de su equipo, enjaulado en una trampa defensiva diseñada por un estratega como Julen Lopetegui. A su labor habitual como pieza clave en el equilibrio del equipo, las coberturas a compañeros, la destrucción de juego y rapidez en el inicio de jugada, le sumó una mayor presencia ofensiva que resultó clave.

Por quinto partido consecutivo, el Real Madrid acabó sin aportación goleadora de sus delanteros. Ante el Sevilla jugó con tres, en un retoque táctico de Zidane buscando soluciones a un problema que aparece tras el apagón de Benzema. Suyo es el último tanto, en Mestalla, antes de dejar de ver puerta y que una lesión le apartase de la Supercopa. Jovic no aporta gol, Rodrygo ha rebajado sus apariciones y la aportación llega desde segunda línea. Dos tantos de Modric, Casemiro y Varane. Uno de Isco y Kroos. Ya son ocho los tantos madridistas sin el sello de un delantero.

La buena racha de resultados trae al jugador una confianza que le ayuda a superar situaciones difíciles. Ante el Sevilla no estaba el jefe de la zaga, Sergio Ramos; el jugador que ha cambiado la temporada, Fede Valverde; ni el fichaje estrella, Eden Hazard. Pero el bloque se impuso.

La incorporación de Vinicius en la segunda mitad hizo más vertical al equipo y ganó vértigo, convirtiéndose en un revulsivo.

Y Lucas Vázquez, ausente desde el 9 de noviembre, se dejó todo como siempre hace por su equipo. Su entrega encontró el premio en su pase para el segundo gol de Casemiro.