Solo los misterios del fútbol, entre ellos la suerte y la gran actuación de Keylor Navas, pueden explicar el triunfo del Madrid después de la pobre entrega del equipo de Zidane, que cosechó un premio elevadísimo para sus méritos. Sin actitud y sin fútbol, se fue diluyendo hasta ver cómo su rival le sacaba los colores y lograba un empate que deshizo Casemiro otra vez a balón parado.

Las buenas sensaciones que dejó ante el Celta en la segunda mitad y en algunos momentos ante el Roma saltaron por los aires. El Madrid volvió a ser ayer un equipo vulgar. Lejos de mostrar algún tipo de jerarquía, se abandonó desde el primer momento como si la cosa no fuera con él. El agónico e injusto triunfo le sirve para dejar todo como estaba en la tabla, es decir a cuatro puntos del Atlético y a 12 del Barcelona.

Volvió el Madrid a la Liga, una competición convertida en una pesada carga a la que hay que hacer frente aunque tenga la mente puesta en la Champions. Lo demostró Zidane dejando en Madrid a Kroos y dando la primera titularidad a Arbeloa desde que el francés está en el banquillo. El ayer lateral izquierdo solo había jugado seis partidos esta temporada, dos ellos, frente a Malmoe y Cádiz, en Copa, completos.

Con Casemiro junto a Modric e Isco en el centro del campo y con Lucas Vázquez, de nuevo convertido en artista en la banda derecha, el Madrid dejó ver que su primer partido en el Gran Canaria lo iba a afrontar con la ley del mínimo esfuerzo. A medio gas, al paso y con momentos de escasa actitud, como el de Bale, más preocupado de ajustarse su pelo que del partido, el equipo blanco no tardó en meterse en problemas tras un error de Modric que aprovechó Willian José para disparar y poner a prueba a Keylor Navas, quien salvó el gol (m. 10).

GOL DE RAMOS // Respondió Cristiano con un fuerte disparo que detuvo Varas. El rechace de un defensa terminó en un saque de esquina que sacó Isco y que Ramos cabeceó al fondo de la portería (m. 24). El tanto confirmó aún más los planes del Madrid, que jugó con la escasa profundidad del equipo de Quique Setién y con sus opciones en los contragolpes, con Lucas Vázquez y Cristiano. Poco a poco, el partido se le fue atragantando hasta que el despropósito se adueñaba de sus acciones. Arbeloa estuvo a punto de batir a Navas en la segunda mitad. Luego Isco lanzó la sudadera y la botella de agua cuando Zidane le sustituyó por Kovacic para intentar frenar lo que empezaba a ser una sangría en el centro del campo. Lejos de lograrlo, el equipo canario puso cerco a la portería de Navas, que rescató a su equipo con varias intervenciones decisivas. Una de ellas fue providencial, al sacar con el cuerpo el disparo a bocajarro de Nili (64).

atenazados // El Madrid sufría lo indecible. El equipo de Zidane era zarandeado una y otra vez. Lejos de ponerle remedio intentando tener el balón, el conjunto blanco quedó a merced de un rival que hizo justicia con el tanto del empate. Un gol que nació de un error incomprensible de Kovacic, que sacó una falta hacia atrás para Momo. Sin embargo, la suerte se alió con el que menos lo merecía. Dos minutos después, otro saque de esquina sirvió para que Casemiro marcara de cabeza. H